«Los más pequeños centraron su formación en descubrir a Jesús y el modo de seguirlo queriendo ser santos; y los mayores realizaron un taller con momentos formativos, de oración y testimonios sobre cómo emprender un camino orante en el seguimiento de Jesús, el Señor», explican los organizadores.

«Los adolescentes disfrutaron de momentos de amistad, juegos, veladas. Muchos de ellos ya comienzan a ahorrar para los campamentos de verano, donde vivirán momentos especiales en este dinamismo interparroquial sostenido por la Acción Catolica General de Málaga», añadieron.