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Confirmaciones en la parroquia de María Madre de Dios (Málaga)

Publicado: 15/06/2014: 3338

Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, en las confirmaciones celebradas en la parroquia de María Madre de Dios (Málaga) el 15 de junio de 2014.

CONFIRMACIONES

EN LA PARROQUIA DE MARÍA MADRE DE DIOS

(Málaga, 15 junio 2014)

 

Lecturas: Ex 34, 4b-6.8-9; Sal: Dn 3, 52-56; 2 Co 13, 11-13; Jn 3, 16-18.

(Santísima Trinidad- Ciclo A)

1.- Un saludo fraternal a D. Antonio, el párroco, y a toda la comunidad parroquial de Madre de Dios. De un modo especial os saludo a los que vais a recibir el sacramento de la confirmación.

Ya tenía realmente muchos deseos de venir a celebrar a esta parroquia. Voy haciendo simultáneamente la Visita Pastoral, de modo sistemático para no dejar ninguna parroquia por pequeña que sea o ningún pueblecito de la diócesis por muy pequeño que sea también, y yendo a las parroquias que aún no he visitado o no he celebrado la Eucaristía. Así que un saludo muy fraternal a todos los feligreses de esta parroquia.

2.- Hoy celebramos la Solemnidad de la Santísima Trinidad. Es el misterio más importante de la fe, aunque también el más incomprensible de la fe. Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina” (n. 234).

         El Dios trino forma parte de la revelación. San Pablo suele saludar a los fieles de las iglesias con el saludo trinitario: «La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos vosotros» (2 Co 13, 13). Este mismo saludo es el que usa el celebrante al inicio de la misa.

El Catecismo de la Iglesia Católica es muy sintético en lo que significa el misterio de la Trinidad: La Santísima Trinidad es el mismo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; tres Personas distintas y un solo Dios verdadero. (cf. n. 233).

3.- Muchos creyentes hay de otras religiones, cuyo dios suele ser un dios impersonal. Se habla en ocasiones del dios de los filósofos como la razón, el logos; o el dios de los artistas; o el dios de los que profesan el espiritismo, que más bien son entes que no se saben qué son exactamente.

Pero nosotros los cristianos tenemos una revelación que nos ha dicho cómo es Dios y cuál es nuestra fe. Nosotros creemos en el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque Cristo nos lo ha revelado.

Y, ¿qué ha hecho Jesucristo? Manifestar lo que es Dios, hablarnos del Padre con quien Él se relacionaba, a quien Él oraba, a quien Él obedecía como hombre. Y después nos ha enviado el Espíritu Santo, que es a quien vais a recibir los confirmandos hoy.

Por tanto, hablar de la Trinidad o de Dios uno, único en tres personas distintas no es un invento humano, es una revelación del mismo Señor Jesucristo.

Este misterio de la Trinidad es lo que nos diferencia de cualquier otro tipo de credo o religión. Nuestro Dios es un Dios personal. Mientras otras religiones conciben a dios como algo impersonal, rayando a veces el panteísmo, el cristianismo nos presenta un Dios personal, capaz de conocer y amar a sus creaturas.

4.- Y os pregunto: ¿Vosotros en qué creéis? El qué son contenidos. ¿Cuáles serían los fundamentos y la síntesis de la fe? ¿Dónde resumiríais vosotros la fe en que creéis? ¿En qué creéis? Creemos en Dios creador, creemos en el Hijo redentor, creemos... Pero si digo "qué" hace referencia a contenidos. Por lo tanto, creemos en la creación, en la redención, en la vida de Cristo, en la salvación que nos trae, aprendemos los Mandamientos, conocemos el Credo que después profesaréis.

Pero, ¿en qué creéis además? En la presencia de Cristo en la Eucaristía, en el perdón de los pecados, en la vida eterna. Pero ahora, la pregunta va a cambiar. En lugar de: ¿en "qué" creéis?; voy a preguntaros: ¿en "quién" creéis?

5.- Algunas religiones creen en “cosas”, pero no en una persona, en “alguien”. Y nuestra fe es una fe personal. Dios Padre es una persona y su ser es amor infinito, la fuente del amor. La otra persona es Cristo, que es el Hijo; su ser es ser Hijo. El otro es ser Padre, Jesús es ser Hijo. Y el Espíritu Santo, ¿qué es? A quién vais a recibir hoy. ¿Quién es para vosotros? El Santificador, el que nos llena.

Cada una de estas tres personas tiene una actuación con respecto de nosotros. El Padre crea, es fuente de amor, ama, actúa a través del Hijo y del Espíritu. El Hijo actúa revelando al Padre y a la Trinidad, nos manifiesta, viene a nosotros, han visto su rostro humano, ha muerto en la cruz, se ha acercado a los pobres, ha resucitado muertos, ha curado enfermos, ha actuado. Y, ¿cuál es la actuación del Espíritu? ¿Qué hace el Espíritu? Nos hace hijos en el bautismo, y se nos regala como don, como gracia, como carisma para que la Iglesia funcione. Y hoy va a actuar en vuestro corazón regalando sus dones para que os transforméis, para que quedéis transformados.

6.- En la confirmación se nos regala el Don del Espíritu Santo. ¿Habéis visto alguien como se hace una figura de porcelana? El artista, ¿qué material usa? Arena cristalizada, cemento, elementos pictóricos... y moldea la figura. Esa figura aún es barro y si la tocas está humedecida, te puedes manchar. Esa figura no está acabada. ¿Qué hace falta para que esa figura quede completa? ¿Se venden en el mercado las figuras en barro natural? ¿Qué hay que hacer antes de presentarla para venderla o contemplarla? Meterla en el horno, en la mufla. Y la mete a 900 grados. ¿Qué le ocurre a esa figura después de estar un tiempo y con una graduación en el horno? ¿Cuándo la sacan es la misma figura que antes de meterla en el horno? ¿Ha habido una transformación? Se ha cocido, se ha cristalizado, se ha compactado y ahora es más bella.

¿Sabéis que va a hacer el Espíritu hoy con vosotros? Os va a meter en su horno. Esto es el templo, estamos en el templo de la Iglesia, pero los cristianos también somos templos del Espíritu porque Él habita en nosotros. Habéis entrado hoy en la Iglesia, al templo como esas figuras de barro no cocidas y ahora se os va a dar el Espíritu –lo que os estoy poniendo es un ejemplo, claro está, pero quiero que os quedéis con la idea no con el ejemplo– y vais a ser cocidos por el fuego del Espíritu. Vais a quedar transformados interiormente. Vais a salir como figuras de porcelana preciosísimas porque el autor es el Espíritu.

7.- Esa es la forma que tiene de actuar del Espíritu. Cuando uno entra pagano en el templo y el párroco lo bautiza hay una transformación increíble en él, porque lo hace hijo de Dios, dándole la imagen de Cristo. El Espíritu plasma en esa persona, sea un niño o un adulto, la imagen de Cristo. Desde el bautismo todos tenemos esa imagen marcada o sellada en nuestra alma.

Ahora se os va dar la fuerza del Espíritu, para que la figura que recibisteis en el bautismo quede sellada de modo especial.

Con lo cual, al salir de la Iglesia vais a ser imágenes ambulantes de Cristo, vais a ser otros cristos para actuar como Él, pensar como Él, vivir como Él. Eso es una gran tarea, responsabilidad y don. Todo eso es lo que el Espíritu va a hacer hoy en vosotros.

La Trinidad actúa siempre conjuntamente, no actúa sólo el Espíritu, sino que actúa el Padre a través del Hijo en el Espíritu, los tres a la vez. Por tanto, vais a vivir el ser hijos del Padre, el ser hermanos del Hijo y el ser templos del Espíritu, todo a la vez. Vais a quedar transformados.

8.- Este Dios que es Trinidad y que es personal es digno de ser adorado. Nadie puede ser adorado más que Dios. A nadie debemos inclinar nuestra rodilla más que ante Dios. Y hay gente, paisanos nuestros, que adoran otras cosas. Tenemos la tentación de adorar lo mismo que adoran nuestros paisanos, adorar el dinero y otros dioses. Aquello en lo que ponemos nuestro corazón y nuestro interés es lo que adoramos, aunque no nos demos cuenta.

         ¿Qué lugar ocupa Dios en nuestra vida? ¿Un ratillo de mi tiempo una vez a la semana? ¿Cuánto dedicamos a dormir, a comer, a estar con los amigos, al trabajo...? ¿Cuánto dedicamos a Dios?

         No hace falta que digas: "yo sí soy católico, apostólico y romano". Cuando oigo eso me pongo a temblar. Dime que haces en tu vida y te diré si amas o no amas a Dios y al prójimo; si lo adoras o tienes otros ídolos en tu corazón y el Dios de Jesucristo es uno más entre tantos.

         El Señor os está pidiendo hoy que os entreguéis a Él, que viváis realmente como Dios Padre, hermanos del Hijo y templos del Espíritu.

9.- La Jornada Pro Orantibus está dedicada a orar por las personas consagradas contemplativas y, a la vez, es una ocasión para dar gracias a Dios por esta forma de consagración, para expresar nuestra estima y para dar a conocer esta vocación específicamente contemplativa tan necesaria y hermosa en la Iglesia y para la vida del mundo. Este año la Jornada tiene por lema: “Evangelizamos orando”.

Como se nos ha dicho al inicio de la monición, hoy además de ser la Solemnidad de la Trinidad y la celebración de las confirmaciones aquí en la parroquia, todos los cristianos estamos celebrando en España la Jornada de los Monasterios. Monjes y monjas, hombres por una parte y mujeres por otra que viven en Monasterios respectivos, que viven fundamentalmente dedicados a Dios. Ellos han renunciado a un trabajo, algunos han sido gente de alto nivel en la sociedad. Hay monjas y monjes que he conocido y que anteriormente han sido grandes dirigentes, catedráticos, gente que ganaban mucho dinero en cargos de responsabilidad en sus empresas y que han abandonado todo eso y han dicho: "Dios para mí es lo más importante" y se han dedicado exclusivamente a Dios en la oración, en el silencio y en la intercesión por nosotros. Ellos están rezando ahora por nosotros, tantos miles de monjas y de monjes que rezan por nosotros escondidos del mundo totalmente.

         Pues hoy, somos nosotros los que vamos a rezar por ellos, ya que ellos están todo el año rezando por nosotros al menos acordémonos de ellos un día. No sé si alguno de vosotros tiene algún familiar o conocido en algún Monasterio.

         En Málaga tenemos varios Monasterios y os invito a que les visitéis, que hagáis presencia mientras oran, mientras rezan; e incluso, que pidáis hablar con ellos en el locutorio y que le preguntéis cómo es su vida, preguntadles.

         A los confirmandos os lo pido que lo hagáis, al menos, dentro de este año que queda. Aprovechad este verano o al inicio del curso para ir todos a visitar un Monasterio. Rezáis por esas monjas, –en esta Diócesis sólo tenemos monjas, no hay monjes–, puede ser en Antequera, en Ronda, en Torremolinos, en Vélez-Málaga, en Archidona, en Coín, en todos esos sitios hay Monasterios.

10.- Vamos a pedirle al Espíritu que os transforme, pero para eso tenéis que dejaros. Si el Espíritu quiere poneros a fuego, purificaros, dejaos purificar. No os resistáis. Si alguien se resiste que me lo diga que no lo confirmo. Si hay alguien que quiere ponerle resistencia del Espíritu no lo confirmo, que se prepare mejor y que se confirme en otro momento.

         Los que venís aquí a confirmaros decid públicamente, ante toda la comunidad, que sí queréis ser transformados por el Espíritu. El que no quiera, que se quede en el banco y no pasará nada, a nadie se le señalará con el dedo si se queda en el banco.

         Le pedimos a la Virgen María, la Titular de la parroquia es María Madre, a la Madre de Jesús que es Madre nuestra que acogió y recibió al Espíritu Santo desde el principio, desde su concepción inmaculada, le pedimos que nos ayude a contemplar, a vivir y a adorar el misterio de la Trinidad. Que así sea.

 

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