NoticiaHistoria de la Iglesia El cisma de Occidente (I) Publicado: 12/01/2016: 4154 La Edad Media fue la época de los contrastes. Tuvo un comienzo difícil para la Iglesia, como fue la cristianización de los pueblos bárbaros. Todos los esquemas de evangelización de la Iglesia Antigua se derrumbaron. Era una vuelta a empezar. Cristianizada Europa, después de un enorme esfuerzo, surgió el enfrentamiento Imperio-Iglesia. Así la cristiandad, al decaer la Edad Media, entró en una grave crisis. Crisis en un pueblo dividido que no sabe cuál es su legítimo pastor (Cisma de Occidente). Crisis en la fe, causada por las grandes herejías de Wiclef y Huss. Crisis en los conceptos de jerarquía e Iglesia, reflejada en las teorías conciliaristas. De una manera impropia llamamos “Cisma de Occidente” a la escisión de la Cristiandad, ocurrida a partir de 1378. Muerto Gregorio XI, los 16 cardenales presentes en Roma, reunidos en cónclave, sin esperar la llegada de los seis cardenales que venían de Aviñón, procedieron a la elección de un nuevo papa. El pueblo desde el exterior gritaba pidiendo un papa italiano. En esta tensión fue elegido como Papa el arzobispo de Bari, Urbano VI (1378-1389). Este hombre austero y piadoso, desde un principio chocó con el Colegio cardenalicio y el resultado fue que un grupo de cardenales, sobre todo franceses, pensando que la elección no había sido válida, se reunió en cónclave, eligiendo un nuevo Papa: Clemente VII. Clemente VII (antipapa) estableció su sede en Aviñón. El mundo cristiano se dividió en dos obediencias. A favor de Clemente VII se manifestaron Francia, Saboya, España, Portugal, Nápoles, Sicilia, Escocia y parte de Alemania. Al lado de Urbano VI se pronunciaron Roma, los Estados Pontificios, Inglaterra, Hungría, Escandinavia y el emperador. La situación era complicada y confusa, pues se trataba de dilucidar hasta qué punto la presión popular había influido en el ánimo de los electores. Pues, si éstos habían actuado sin libertad, la elección de Urbano VI no sería válida.