NoticiaColaboración Jonás Publicado: 13/01/2014: 11903 El breve libro de Jonás es un cántico al humor de Dios. Lo podríamos dividir en tres actos y un desenlace. Primer acto: Dios pide a Jonás que vaya a Nínive y predique contra ella. Jonás no quiere ir: huye en dirección opuesta, pero su intento fracasa y se ve arrojado al mar. Dios envía un pez para que le salve y conduzca adonde no quería ir. Segundo acto: Jonás se ve en Nínive y no le queda más remedio que cumplir con lo que Dios ha dispuesto. Predica el sermón más corto de la historia, de sólo siete palabras, y ocurre lo inesperado: los ninivitas se convierten. Pero lo que Jonás desea es que Dios castigue y arrase la ciudad. Eso debe constituir un espectáculo digno de contemplación y él no se lo piensa perder por nada del mundo. Tercer acto, Jonás levanta una choza desde donde contemplar la destrucción de Nínive, mas su choza no le protege bien del sol y Jonás se queja. Dios, entonces, hace crecer, en una noche, una planta que le resguarde de la insolación. Al día siguiente, cuando Jonás vio la planta “se alegró y animó mucho”, pero Dios envía un viento solano que seca la planta. Jonás se irrita y echa en cara a Dios su disgusto. Desenlace, Dios dice a Jonás: ¿Tú tienes un gran disgusto por una planta que ni cuidaste ni ayudaste a crecer, y no quieres que yo me compadezca de Nínive, la gran ciudad donde hay más de cien mil personas? El humor de Dios conduce al amor. Autor: Lorenzo Orellana, párroco de San Gabriel