NoticiaColaboración ¡Feliz Navidad! Publicado: 28/12/2013: 12555 La madera fue el primer objeto de mi curiosidad. Llegué a conocerla, pues jugaba con ella, sabía de su dureza, de sus colores, olores y vetas. Y, sobre todo, admiraba cómo, tanta belleza, terminaba siempre ajustándose a lo que mi padre quería. La madera fue mi aya. Cuando nació la primera de mis hermanas, a veces, mi madre se llegaba con ella en brazos a la carpintería. Mi padre, entonces, levantaba la cabeza y se las quedaba mirando. Quizá por eso, cuando descubrí la Sagrada Familia del Españoleto, le brotó a mi san José esta letrilla: Mis manos en la madera las suyas en el pañal ¡Ay, si las mías le diera! Yo no sé a dónde mirar: si a la madre de tal Hijo o a quien me pide aquí estar. Yo no sé a dónde mirar. Mis manos en la madera y el corazón que se va. Feliz Navidad Autor: Lorenzo Orellana, párroco de San Gabriel