Un amigo muy flamenco me sorprendió un día con este mensaje en el móvil: “Gracias por traernos las cosas buenas de Dios”. Desde luego, Dios solo tiene “cosas buenas”, pues Él es la suma Bondad. Pero esta manera sencilla de expresar gratitud me dio que pensar. No sé a qué se refería en concreto este amigo. Seguro que, no acertando a dirigir su gratitud a quien debía, la aplicó a este cura, por ser el referente religioso que tenía más a mano.

El proyecto “Desde lo hondo” ha ido tomando forma concreta gracias a que el Señor ha movido los corazones de un buen montón de artistas. Él les ha hecho imaginar algo que, por ser tan hermoso, no debía quedarse sin hacer. Él que puso en cada uno de ellos unos dones, les movió a usarlos para darle gloria.

“Desde lo hondo” es fruto del Año de la fe. Nace de la oración y se ofrece como una propuesta de fe y una invitación a la plegaria. Esta propuesta y esta invitación se hacen en el modo que Dios escogió para acercarse a nosotros: desde abajo y desde dentro. Para ello sirve, sin duda, el lenguaje del flamenco, siempre emocionante en su amplia variedad. Así, envueltas en una belleza tan cercana y tan nuestra, ojalá muchos puedan sorprenderse de “las cosas buenas de Dios”.