El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice en el número 491 que «a lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX: “... la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano” (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus: DS, 2803)».

La Llena de Gracia, la Inmaculada Concepción, es patrona del Seminario donde viven la fiesta con solemnidad y en familia. Ese día acogen oficialmente a los nuevos seminaristas que ingresaron este año y siete seminaristas reciben los ministerios laicales del lectorado y el acolitado. 

También es un día importante para los más jóvenes de la diócesis. Bajo el lema “Bendita tú porque has creído”, la Delegación de Infancia y Juventud organiza la tradicional Vigilia de la Inmaculada, que tiene lugar en el Santuario de la Victoria, a las 20.30 horas del 7 de diciembre, y estará preparada por los jóvenes y las religiosas Esclavas del Divino Corazón.