Noticia Emigrantes y refugiados no son peones sobre el tablero de la humanidad Publicado: 03/09/2015: 10577 El éxodo masivo que, a causa de la guerra, millones de personas están protagonizando, sitúa a los países europeos ante un reto hasta ahora no afrontado, la mayor de las veces, con valentía y acierto. Si el fenómeno migratorio pone de manifiesto las carencias de la comunidad internacional, también es verdad que revela la aspiración a vivir mejor. De ahí que sea necesario buscar a nivel internacional los caminos para que este deseo pueda cumplirse. Como señalaba el papa Francisco: «desde el punto de vista cristiano, también en los fenómenos migratorios, se verifica la tensión entre la belleza de la creación, marcada por la gracia y la redención, y el misterio del pecado. El rechazo, la discriminación y el tráfico de la explotación, el dolor y la muerte se contraponen a la solidaridad y la acogida, a los gestos de fraternidad y de comprensión». En este sentido, es necesario recuperar en los países de acogida la máxima evangélica en la que Cristo exhorta, recogiendo la sabiduría veterotestamentaria, a acoger al inmigrante. El mundo sólo puede mejorar si la promoción de la persona es integral, en todas sus dimensiones, incluida la espiritual; si somos capaces de pasar de una cultura del rechazo a una cultura del encuentro y de la acogida. Emigrantes y refugiados no son peones sobre el tablero de la humanidad.