NoticiaColaboración "Cuidar la fe en verano", por Alfonso Crespo Publicado: 08/07/2013: 1933 Diez consejos para que el periodo estival sea un momento de cuidado de la espiritualidad 1. Levántate un poco más tarde. El descanso templa los nervios. Pero tampoco te levantes “para poder dormir la siesta”. 2. Ayuda a poner la mesa, "come más tranquilo" y haz sobremesa. Sin prisas y sin TV. 3. Lee algo... el periódico, una revista, un buen libro. ¡Desconecta el móvil! Y comenta con alguien lo que lees. 4. Pasea... sin prisas, sin medir el tiempo... Y “échale un poco de humor a la crisis”. 5. Cumple con la visita pendiente. La que nos convierte en “buen samaritano” de la soledad. 6. Haz planes concretos con tu familia y con tus amigos: lo que no se programa difícilmente sale. ¡Pero, también, es bueno dejarse sorprender aprovechando lo imprevisto! 7. Viaja, si puedes, sal un poco del ambiente. Sin muchos gastos, pero viendo algo nuevo. 8. No lo gastes todo... y comparte algo de la “extra” con el necesitado. Saber disfrutar desde la austeridad es un don de Dios. 9. Es importante que dediquemos tiempo a los hijos... y a los nietos. Pero las vacaciones son antes que nada... “tiempo de matrimonio” para que el “tiempo de familia” sea más rico. 10. Dios no "cierra por vacaciones", facilita las nuestras. Y cada domingo, nos invita a la mesa... de la Eucaristía. El ofrecimiento del día, la oración sencilla, la visita al Santísimo y la lectura del Evangelio de cada día, nos ayuda a vivir un “verano como Dios manda”. ¡Que Santa María de la Visitación, nos acompañe! Autor: Alfonso Crespo