Estrella Amate Ortiz padecía la polio desde que tenía 1 año de edad, pero eso no le impidió estudiar dos cursos de Ciencias Empresariales; ser madre de un hijo, que tiene ahora 27 años; y una “excelente ama de casa”, según su marido, Francisco Cumpián. El año pasado fue elegida presidenta de FRATER Málaga para un mandato de 4 años.

Hasta los 40 deambulaba con bastones y hasta los 50 en una silla manual, desde entonces, comenzó a moverse con una silla de ruedas eléctrica que le puso delante la problemática de la accesibilidad, de la que ha sido una firme defensora hasta su fallecimiento.

Llegó a FRATER hace siete años, y hace cuatro fue elegida responsable de Ocio y Tiempo Libre y vicepresidenta de Frater Andalucía, cargo en el que finalizó su mandato el mes pasado.

Según su marido, «su aspiración de joven fue estudiar Psicología, pero no pudo ser por la distancia. No obstante, esta vocación la resolvió ejerciendo en la vida como apoyo moral de su familia y amigos».