NoticiaEn los Medios El chiringuito del padre Ramón Don Ramón Buxarrais presidiendo la celebración del 50 aniversario de ordenación episcopal Publicado: 05/10/2021: 11994 Comunicación Artículo publicado por el sacerdote Rafael Pérez, delegado de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga, en la sección de opinión EL ALFÉIZAR, en el DIARIO SUR El sábado el obispo que renunció al gobierno de la diócesis de Málaga celebraba en la Catedral sus bodas de oro episcopales. “Tenía problemas con la espalda”, me respondió Mons. Buxarrais cuando le pregunté por qué había presentado su renuncia. Respuesta inteligente, huidiza y socarrona. Pocos sacerdotes, con la L, recién ordenados, tuvieron la oportunidad de compartir con un obispo dimisionario sus primeros pasos como cura. Tuve esa oportunidad con un referente como don Ramón; que, por cierto, tiene una calle con su nombre en Málaga en el barrio de Cortijo Alto. Los sábados por la mañana en la parroquia del Sagrado Corazón de Melilla sacaba una mesa y se sentaba a esperar a que unos y otros viniesen a hablar con él. De todo y de nada. De lo humano y divino. Me decía: “este es el chiringuito del padre Ramón”. ¡Y qué chiringuito! Gente de todo tipo eran acogidos por el obispo dimisionario que entendió que la ciudad era un un gran monasterio y sus calles el claustro. Me impresionaba su humildad, un día me pidió perdón; ¡un obispo pidiendo perdón a un cura recién ordenado! Sorprendía su capacidad de silencio y contemplación. Llamaba la atención su humanidad. Coincidiendo con el primer aniversario de ordenación me regaló un libro diciéndome: “Toma, para que lo leas y sufras.” Me sorprendió lo que dijo. Cuando lo abrí lo entendí: la obra abordaba de la pretensión de burlar la persecución comunista en la URSS ordenando a la mujer como sacerdote. Una vez caído el telón de acero se impidió el ejercicio sacerdotal femenino a quien fue ordenada. Toda una toma de contacto con la realidad. Cruda y veraz. Como el chiringuito del padre Ramón. Donde la vida se daba cita. Por cierto, faltan más chiringuitos como los de Buxarrais.