El próximo día 8 de septiembre Málaga celebra la festividad de la Virgen de la Victoria. Esta imagen traída por los Reyes Católicos en el momento de la incorporación de nuestra ciudad a la Corona de Castilla ha pervivido a lo largo de más de cinco siglos como el principal referente devocional mariano de muchos malagueños hasta el punto de ser declarada, en 1867 por Pio IX, patrona de la ciudad y de toda la Diócesis.

La vinculación de Málaga y su Ayuntamiento con esta advocación ha sido especialmente intensa, y se ha manifestado en numerosos ámbitos desde aquel lejano 1487. Ante cualquier adversidad o calamidad colectiva como epidemias, sequías, guerras o inundaciones, se multiplicaban rogativas y procesiones. También, nuestra Patrona tiene mucho que ver en el origen y evolución de la Feria de Agosto.

Por otro lado, su impacto en el patrimonio monumental y artístico local resulta importante, sobre todo, cuando contemplamos su Basílica y Real Santuario con el espectacular camarín barroco erigido por los Condes de Buenavista a finales del siglo XVII, una de las obras más relevantes de la arquitectura barroca andaluza y uno de nuestros principales atractivos turísticos.

El Ayuntamiento de Málaga antes y ahora se siente especialmente identificado con nuestra Patrona. Siempre ha asistido corporativamente a sus cultos y procesiones. También ha apoyado la conservación y difusión de su patrimonio devocional, histórico y artístico contribuyendo a la restauración del Santuario, de su entorno, así como patrocinando la publicación de obras de investigación y divulgación como ‘Málaga por la Virgen de la Victoria’ (1943) ‘Speculum sine Mácula’ (2008).

En uno de los momentos cumbres de su trayectoria como Patrona de Málaga, el acto de la Conmemoración Canónica que tuvo lugar en la hoy Plaza de Torrijos el 8 de febrero de 1943, la corporación municipal de entonces se volcó con toda su capacidad organizativa y logística.

En este 2014, de nuevo la Real Hermandad, que atiende su culto, organiza la tradicional novena en la Catedral y posterior procesión con motivo de la festividad de la Natividad de María, que para los malagueños es el día de la Victoria, de nuestra Patrona.

Nuestro Ayuntamiento, que me honro en presidir no puede ser ajeno a todos estos actos y celebraciones. En una sociedad plural como la nuestra y en un Estado aconfesional debemos seguir manteniendo, cuidando nuestras tradiciones y señas de identidad porque son un valiosísimo patrimonio común, con independencia de las creencias religiosas de cada ciudadano o ciudadana.

Mis mejores deseos para la Real Hermandad, para los devotos de la Virgen y para las muchas malagueñas que en tan señalado día celebran su onomástica.

Francisco de la Torre. Alcalde de Málaga