Bajo el lema "Que sean uno, como tú y yo lo somos, Padre", la jornada comenzó con temperatura primaveral. Sobre las 11.00 de la mañana, llegaron a San Pedro de Alcántara, en dos autobuses, dispuestos a comenzar viviendo un Vía Lucis (Camino de la Luz), junto a Jesús Resucitado, caminando desde la parroquia hasta la Vega del Mar.

En cada parada, los chavales leyeron fragmentos del Evangelio, en un ambiente de reflexión y silencio. Y la última parada, antes de tomar el bocata de mediodía junto al mar, fue para conocer los restos arqueológicos de la Basílica Paleocristiana del siglo IV, en la que recordaron cómo celebraban y vivían su fe los cristianos hace 16 siglos.

Tras el almuerzo, los participantes compartieron una tarde de convivencia con la que «pequeños y mayores disfrutaron de la fraternidad y el cuidado mutuo», según los organizadores. «Chicos y chicas de 10 a 18 años compartiendo como familia. Cada uno aportando sus "carismas", como nos recordó un chiquillo a los mayores. Una gozada de día, contemplando la vitalidad que nos imprime a todos Jesucristo Vivo».