La Pastoral de Sordos es una realidad en nuestra diócesis. Sor Lucía, religiosa de las Franciscanas de la Inmaculada es uno de los miembros de esta pastoral diocesana. Su congregación dirige el colegio "La Purísima", para niños sordos. Nos cuenta cómo se atiende a las personas sordas en nuestra diócesis.

–¿Cómo nació la Pastoral de Sordos en la diócesis?

–Ya hace años que se intentó trabajar dicha pastoral desde el colegio con anteriores alumnos. En 2003, se hizo un curso de formación en Lengua de Signos Religiosos para catequistas y personas interesadas en el tema. Terminado el curso se intentó hacer un grupo y comenzar así la Pastoral del Sordo, pero no hubo respuesta por parte de ellos ya que no acudían a las reuniones. El año pasado, en mayo vimos muy claro la necesidad de retomar este campo, y animadas por exalumnos sordos de otras diócesis: como Granada y Huelva, que llevaban tiempo trabajando en la Pastoral del Sordo, maduramos esta urgencia. Tanto por parte de las hermanas como del Sr. Obispo pusimos todo nuestro empeño y fue éste quien nos lo corroboró nombrando a un sacerdote para que nos acompañara. Salvador Jurado nos anima en todo momento, está muy sensibilizado ante la persona marginada y es un entusiasta de alentar est a pastoral. En septiembre asistimos en Madrid al Encuentro Nacional de Responsables de la Pastoral del Sordo, organizada por la Comisión Episcopal de Pastoral, donde sacerdotes y laicos comunicaron sus ricas experiencias en esta labor pastoral.

–¿En qué consiste dicho trabajo pastoral en la actualidad?

–Nuestra acción de momento es muy sencilla. Tenemos una Eucaristía mensual, normalmente los terceros sábados de cada mes; preparamos los textos de la Palabra de Dios con palabras asequibles a su comprensión, dichas lecturas las realizan los ex-alumnos con lengua de signos, y una persona las traduce oralmente para el grupo de oyentes. El resto de la Eucaristía es traducido con signos. Se tiene un tiempo destinado a la formación en temas de interés para el grupo. Intentamos estar cercanos al mundo del sordo en la enfermedad, funerales, fiestas...

–El Colegio "La Purísima" tiene una larga trayectoria de trabajo con personas sordas. Son cientos los jóvenes que se han educado en él, ¿qué destaca de este colegio?

–La gran preocupación que siempre se ha sentido y se siente por formar a los alumnos dándoles herramientas para que se puedan integrar en la sociedad, pero sobre todo dándoles una educación en valores promoviendo en ellos la justicia, la paz, la solidaridad, la acogida... Estamos cercanos al mundo del sordo, aprovechando toda circunstancia para contactar con ellos, y todo ello, desde el seguimiento de Jesucristo.

TESTIMONIO

Yolanda Azuaga es miembro de Pastoral de Sordos. Desde su experiencia afirma que «para los sordos es muy difícil entender el silencio como lo es para vosotros, pues nuestro mundo es de por sí mundo de silencio. Necesitamos personas que nos ayuden a pensar. Todo lo espiritual es muy difícil para las personas sordas». Y anima a que nuestra diócesis tenga una parroquia como punto de referencia para la comunidad sorda.

LA RESPUESTA DE LA PASTORAL DE SORDOS 

Sor Lucía afirma que, en la Diócesis de Málaga, ahora mismo intentan dar respuesta a esta parcela de la Iglesia pues «sentíamos que sólo con la formación religiosa recibida en el colegio no era suficiente y este colectivo necesitaba de alguien que le ayudase a seguir en su crecimiento de la fe. De ahí la necesidad de acercarnos a ellos para que puedan seguir desarrollándose como cristianos y descubriendo el gran amor que Dios Padre nos tiene y que debemos hacer vida en cada hombre. También es importante destacar el conocimiento de la Lengua de Signos por parte del sacerdote Salvador Jurado, responsable de esta pastoral en la diócesis. Él hace de enlace entre la Asociación de Sordos y la Pastoral diocesana, lo que favorece y posibilita estar cercano al mundo del sordo y conocer mejor sus necesidades».