La representación, organizada por la delegación de medios de comunicación social de la diócesis, refuerza una de las prioridades pastorales de este curso: Fomentar la escucha y acogida de la Palabra de Dios en las comunidades cristianas. En «El Evangelio de San Juan» Rafael Álvarez se presenta ante el público desprovisto del disfraz de un personaje al que interpretar. Su única función es la del maestro de ceremonias que busca adentrar al espectador en «El Evangelio de San Juan». Una misión fácil si se tiene en cuenta la genialidad del guión que hace avanzar la historia. El delegado de Medios de Comunicación Social de la diócesis, Rafael Pérez Pallarés, ha manifestado que «esta iniciativa es recomendable no sólo por el contenido y potencia de la obra literaria en sí, sino por quien la interpreta y la dirige». Por su parte, Rafael Álvarez, “El Brujo”, ha señalado que «es un acontecimiento inédito, inusual, extraordinario dentro del ámbito cultural. En estos momentos además tan especiales que sufre el teatro, venir a la Catedral de Málaga a hacer el Evangelio de San Juan es doblemente sorprendente. Es un espectáculo que yo presenté en el teatro romano de Mérida y que luego se representó en gira por España. El hecho de representarlo en la Catedral es una ocasión para mí, como artista, verdaderamente memorable, sorprendente, un privilegio estar aquí».

ARTE

El actor Rafael Álvarez "El Brujo" ha asegurado hoy que "el arte unifica a los seres humanos y va a lo que es esencial, no a lo que los diferencia", y ha añadido que al conocer el Evangelio de San Juan ha visto "que su belleza y profundidad está por encima de que una persona sea creyente o no". "El arte, si es auténtico, ya es todo. Los antiguos concebían el arte y la filosofía como técnicas para acceder a la verdad, a la belleza y a la bondad", ha afirmado en rueda de prensa "El Brujo", que presenta su montaje sobre el Evangelio de San Juan el miércoles en la Catedral de Málaga. Independientemente de cualquier posición, el Evangelio de San Juan se contempla como una obra literaria, de composición enigmática y singular belleza. Podría decirse sin miedo a exagerar que se trata de uno de los registros escritos más importantes del patrimonio de la memoria ancestral de la humanidad en el planeta. Precisamente por eso la representación de esta obra en la Catedral de Málaga es una posibilidad extraordinaria que facilita el conocimiento del cuarto Evangelio a un público generalista y desconocedor, probablemente, de la profundidad de la Sagrada Escritura. La obra de teatro, recupera el espíritu de los autos sacramentales, desde el rigor y la fuerza expresiva del teatro. Inspirado en el cuarto Evangelio incorpora el análisis y la reflexión de los estudiosos actuales.