NoticiaCoronavirus DIARIO DE UN CONFINAMIENTO. Ana Blázquez Sánchez-Lafuente Ana Blázquez Publicado: 06/04/2020: 12311 Ana Blázquez es la encargada de la Secretaría y Notaría del Tribunal Eclesiástico. El confinamiento lo estoy llevando bastante bien, aunque a ratos lo consigo y a ratos no, no deja de ser una situación complicada e inesperada. Trato de aprovechar el tiempo de la mejor manera posible, leyendo, viendo películas y series y estudiando italiano todo lo que puedo, ya que tampoco puedo asistir a la escuela de idiomas. También procuro informarme de toda la situación que está aconteciendo, ya que me preocupa bastante, sobre todo por el desastre a nivel emocional y económico que va a dejar a su paso. EL TRABAJO Por las mañanas, continúo con el trabajo de la Curia de Justicia, ya que, gracias al departamento de Informática, (Florencio e Inma), podemos teletrabajar, teniendo el escritorio de la oficina en nuestros ordenadores personales, al igual que el teléfono. El trabajo del Tribunal queda más limitado ya que requiere de mucho trato presencial, pero intento resolver dudas, problemas y cualquier necesidad que puedan precisar de mí tanto las personas que acuden al Tribunal, como los abogados y peritos que forman parte del Elenco del Tribunal. Echo mucho de menos el trato humano y personal de cada día en el Tribunal, al igual que a mis compañeros, pero intentamos estar en contacto mediante WhatsApp o video llamadas. LA FAMILIA Convivo con mis padres y mi hermana, y estamos intentando adaptarnos a esta situación de compartir el espacio 24 horas, 7 días a la semana, aunque mi padre debe continuar trabajando. Es una prueba continua de vivir en amor, respeto y muchísima paciencia. Con el resto de mi familia y amigos intento comunicarme mediante el teléfono móvil o video llamada. También continúo reuniéndome, de manera virtual usando zoom, con mi grupo de fe, de Juventudes Marianas Vicencianas, para compartir de manera un poco más especial. FE Y SEMANA SANTA Como cofrade, esta Semana Santa es bastante atípica, y por qué no decirlo, dura, para mí y para todos aquellos que no podemos disfrutar de las procesiones en la calle, pero la vivo sin olvidar su verdadero sentido, la pasión del Señor, y su tan necesaria resurrección y más en estos tiempos. Gracias a las transmisiones tanto por televisión como por internet, es posible seguir la Misa y los Oficios, que, sin ninguna duda, nos hacen sentirnos más unidos en la fe que nunca. Sé que Dios está a nuestro lado, y en estos momentos más que nunca lo siento cerca.