VIGILIA DE ORACIÓN DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

(Santuario Virgen de la Victoria – Málaga, 7 diciembre 2021)

Lecturas: Lc 1, 26-38; Mt 2, 13-15; Lc 1, 39-45.

María se puso en camino

1.- El “Sí” de María (Lc 1, 26-38)

Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar. (Los fieles responden:) Sea por siempre bendito y alabado.

Además de la presencia sacramental de Jesús, que es central en nuestra fe; nos acompañan esta noche tres personajes, tres personas importantes, tres seres humanos.

El primer personaje sobre el que vamos a reflexionar es María. Ella recibe el mensaje del Ángel que abre su corazón, que sabe escuchar, que obedece, que se llena de la presencia de Dios.

María no tiene pereza en salir corriendo para gozar de esa presencia que tiene y que la goce también otra mujer que, igual que Ella, estaba embarazada, su prima Isabel. Hay un encuentro de gozo entre ambas mujeres.

María escucha, acepta la Palabra, la acoge. Dios se encarna y luego Ella nos regala a Cristo en Belén. Y a eso es a lo que nos estamos preparando, además de la celebración inmediata de mañana de la Inmaculada Concepción, en este tiempo de Adviento la preparación más distante de la Navidad.

María nos ha regalado a la Palabra, al Hijo de Dios, nos ha regalado al Salvador.

2.- El “Sí” de José (Mt 1, 19-20; 2, 13-15)

El segundo personaje sobre el que también vamos a reflexionar y que siempre está en segundo lugar, como escondido y que aparece poco en los evangelios, no habla, no sabemos qué voz tiene, es José.

Estamos en el Año de san José y agradezco a los que habéis organizado la vigilia que pusierais la presencia de este gran santo, patriarca universal, patrono de la Iglesia.

La relación de José con el Señor es distinta a la que tiene María. José no lleva en su seno al Señor, pero acompaña a María. José es acompañante.

Duda cuando tiene que aceptar a María que lleva ya a Jesús en su seno y el ángel lo reconforta: «No temas, esto es cosa de Dios, no te preocupes» (cf. Mt 1, 20). Y José acepta.

Igual que María salió presurosa a casa de su prima, en este caso, tanto María como José, salen porque primero tienen que dejar su tierra para ir a Belén y luego salen presurosos, a prisa y de noche, huyendo, unos peregrinos más, unos emigrantes que no encuentran posada, que no son aceptados.

José acompaña al Misterio, acompaña a María que lleva a Cristo. En este Año de san José nos anima también a saber acompañar.

3.- Ponerse en camino

Queridos jóvenes, ¿quién pensáis que sea el tercer personaje? Los protagonismos van de más a menos. La Virgen es la gran protagonista de esta noche; José un poco más escondido; hay un tercer personaje aún más escondido, cuyo nombre no ha salido, pero lo voy a decir ahora: Santiago el apóstol.

En esta vigilia el título de «María se pone en camino» y «José se pone en camino» nos está invitando también a ponernos todos en camino.

Santiago apóstol se puso en camino, dejó sus tierras y lo hizo, según una venerable tradición, para anunciar el Evangelio a las tierras que hoy se llaman España.

Estamos invitados a celebrar esa peregrinación a Santiago al final del curso; quería hacer presente al Apóstol en esta celebración de la vigilia, acompañando a la Virgen y a san José.

4.- Acompañar a Jesucristo

Cada uno de estos personajes ha llevado a Jesús de una manera: María lo ha llevado en su seno; José lo ha acompañado con María; y Santiago lo ha predicado.

Ni san José ni el apóstol Santiago llevaron a Cristo en su seno; pero Santiago lo predicó después de la resurrección.

Queridos jóvenes, estos tres personajes nos invitan a cada uno a hacer algo parecido a lo que han hecho ellos. Debemos acoger la palabra de Cristo en nuestra alma, para que nos ilumine, nos fecunde, nos cambie y nos transforme. Para ello tenemos que obedecer como María. Acompañar esta Palabra como José, junto a María. Esta noche acompañamos a María que acompañó a Jesús.

Y como Santiago a predicar la Palabra. A movernos, a ponernos en camino. Los tres personajes se pusieron en camino, cada uno en unas circunstancias y con unos motivos distintos.

5.- Anunciar a Cristo

Queridos jóvenes, poneos en camino para anunciar a Cristo, para evangelizar, para que todo el mundo pueda llegar a conocerlo. Es lo mejor que nos pudo dar María. Lo mejor que puedo hacer José en su vida, custodiarlo y acompañarlo. Y lo mejor que ha hecho Santiago, predicar el evangelio en nuestras tierras, y así hoy podemos dar gracias a Dios que somos cristianos.

Os espera mucha gente y muchos jóvenes que no creen, que no conocen a Jesús. Algunos han oído hablar de Él, otros no tanto.

Os animo a que contemplando a los tres personajes santos les imitemos cada uno desde su sitio, en su tarea, en su lugar y nos pongamos en camino como los tres se pusieron en camino.

¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar! (Responden los fieles) Sea por siempre bendito y alabado.