DiócesisHomilías

75 años de la bendición del templo parroquial de la Purísima Concepción

Confirmaciones en la Parroquia de la Purísima Concepción
Publicado: 07/12/2019: 11358

Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, en la celebración de los 75 años de la Bendición del templo parroquial de la Purísima Concepción de Málaga

75 AÑOS DE LA BENDICIÓN DEL TEMPLO PARROQUIAL

DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN

(Málaga, 7 diciembre 2019)

Lecturas: 1 Re 8,1.3-7.9-11; Sal 83,3-5.10-11; Ap 21,1-5a; Lc 1,26-38.

1.- La parroquia de la Purísima Concepción de Málaga celebra con alegría el 75 Aniversario de la Bendición de su Templo. En la víspera de la Inmaculada, tal día como hoy del año 1944, el entonces obispo de Málaga, Mons. Balbino Santos, bendijo la nueva iglesia parroquial construida en la barriada conocida como “Gamarra”, junto con las viviendas protegidas. Hubo una gran participación, tanto de autoridades como de fieles.

El nuevo templo fue apadrinado por el Sr. Ministro Secretario general del Movimiento y señora, representados por el Alcalde de la ciudad y su esposa.

Son muchos años de vida que el Señor ha regalado a esta comunidad parroquial, por los que damos cumplidas gracias a Dios.

Aquí se han celebrado los misterios de la vida del Señor Jesús, el memorial de su muerte y resurrección. La presencia sacramental de Jesucristo-Eucaristía ha sido una fuente de vida, de luz, de misericordia, de amor y de paz.

Recordemos las aguas limpias que fluyen del templo, descritas por el profeta Ezequiel, que purifican las aguas pútridas y fecundan la tierra (cf. Ez 47,1-12). De este templo parroquial han manado las aguas que han purificado y fecundado esta zona. Han sido 75 años de un fluir las aguas de la gracia bautismal y de otros sacramentos, que han saneado y fecundado a las gentes.

¡Cuánto agradecimiento debemos ofrendar a Dios por los múltiples dones recibidos en estos años!

2.- El primer libro de los Reyes nos ha narrado la instalación del Arca de la Alianza del Señor en el santuario (cf. 1 Re 8,6). El Arca contenía las dos tablas de piedra que Moisés depositó al bajar del monte Horeb (cf. 1 Re 8,9). El Señor estableció una Alianza con los hijos de Israel. Y hoy desea renovar su alianza de amor con nosotros; pero no la alianza de Moisés, sino la de Jesucristo: una alianza hecha por amor, sellada con su sangre derramada en la cruz y ratificada con su resurrección de la muerte.

Queridos fieles, ¿queréis renovar esta Alianza de amor, que Dios hace por medio de su Hijo Jesucristo? (Responden: “Queremos”). Hoy renovamos esta Alianza de amor. Pidámosle que le seamos fieles y que sepamos corresponder a su Amor infinito que Él nos regala.

3.- La titular de esta parroquia es la “Purísima Concepción”, es decir, la Virgen Inmaculada, que acogió en su alma y en su seno virginal al Hijo de

Dios. La Virgen nos invita a acoger en nuestra alma a quien es la Alianza de amor nueva y eterna.

El evangelio de san Lucas nos ha narrado la Anunciación a María, la doncella de Nazaret, y la consiguiente Encarnación del Señor.

La Virgen María es la nueva Arca de la Alianza, llena de gracia y de la presencia de Dios (cf. Lc 1,28). María es el nuevo y verdadero Templo, que se llena de Dios por obra del Espíritu Santo (cf. Lc 1,35). Ella es, a título especial, «templo santo»: por haber llevado en sus entrañas inmaculadas al mismo Hijo de Dios, por haber conservado la palabra de Dios en su corazón (cf. Lc 2, 51), por haber amado intensamente a Cristo y por haber guardado fielmente sus palabras.

¡Qué gran ejemplo nos da la Inmaculada! Podemos también nosotros convertirnos en “arcas de la Alianza”.

La Virgen María nos invita a ser templos de Dios. Como dice san Pablo: «Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros entráis con ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu» (Ef 2, 20-22).

Somos templos del Espíritu Santo y no debemos hacer de él lo que queramos, porque está dedicado al Señor. Cada uno de los fieles somos, por la inhabitación de Dios en nuestros corazones, «templo de Dios»: «¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?» (1Co 3, 16).

Pedimos al Señor que nos haga templos santos suyos, en los que habite su Espíritu Santo.

4.- Este hermoso templo parroquial, obra del arquitecto Fernando Guerrero Strachan y realizado por Enrique Atencia, tiene planta basilical de una sola nave con capillas laterales. Su estilo, gótico-mudéjar, deja ver su hermoso techo artesonado; sus arcos apuntados y sus paramentos enjalbegados, dan al conjunto las notas de sobriedad y dignidad. Este templo, sobrio pero digno y hermoso, está pidiendo a la comunidad parroquial que sea de ese mismo estilo.

Cada uno de los feligreses tiene una misión propia, que debe realizar; de lo contrario se queda por hacer. Unos asumen la tarea de ser pilares para sostener el edificio, otros son madera para el artesonado, otros son tejas para cubrir y proteger el edificio; pero todos son necesarios y todos construyen el templo eclesial. ¡Que nadie abandone su puesto, porque lo que a uno le toca hacer, no lo hacen otros!

La estructura de este templo tiene su simbolismo. ¿Cuántas ventanas tiene? (Algunos responden que tiene seis). Este templo tiene siete ventanas, que corresponden a los siete sacramentos de la Iglesia, que son los signos

eficaces que Dios nos regala para darnos su vida divina. El presbiterio simboliza el sacramento de la Eucaristía, como fuente y cumbre de toda la vida cristiana (cf. Concilio Vaticano II, Lumen gentium, 11). La Eucaristía debe ser el centro de nuestra vida.

Deseo comentaros la situación actual del altar, que se encuentra fuera del presbiterio. Esto no va en sintonía con la estructura del templo, ya que el altar debería estar situado en el presbiterio, que es su sitio.

El templo se construyó sobre una primitiva ermita del convento del Carmen; y la parroquia fue encomendada a los PP. Carmelitas Descalzos, que regresaron a Málaga después de ciento diez años de ausencia, a causa de la mal llamada “Desamortización de Mendizábal” en 1835. Es bueno recordar la historia y agradecer a Dios las diversas circunstancias y los avatares por las que ha atravesado esta comunidad cristiana. Por tanto, este lugar es sagrado desde hace muchos más años de los que celebramos como parroquia.

5.- Por esta parroquia han pasado varias generaciones de fieles y de pastores. Deseo hacer memoria de los últimos tres párrocos que la han regentado y a quienes agradecemos su dedicación y generoso pastoreo, al estilo del Buen Pastor, Jesucristo.

El Rvdo. D. Atanasio Martínez Botia regentó la parroquia desde septiembre de 1990 a 2010; el Rvdo. D. Francisco Molina Cabrillana estuvo desde 2010 hasta enero de 2019, cuando falleció de modo inesperado y desde el cielo intercede por nosotros y se une hoy a esta fiesta; y el Rvdo. Fernando-José Azuaje Navarro, que la administra desde enero de 2019, a quien agradezco su disponibilidad y entrega generosa. Y no puedo dejar de nombrar al P. Pablo Maio, quien sin haber sido párroco colabora desde hace muchos años en esta parroquia. (Gran aplauso de los fieles). A todos los sacerdotes concelebrantes agradezco su participación.

Son incontables los fieles que han celebrado su fe en esta parroquia, recibiendo los sacramentos de la iniciación cristiana y fortaleciendo su vida espiritual. Muchos han celebrado los sacramentos de sanación, como la Penitencia y la Unción de enfermos; y otros se han unido en santo Matrimonio, dando testimonio de su fe en un mundo descreído y secularizado, donde la familia y el matrimonio apenas están valorados. ¡Seguid siendo testigos de lo maravilloso que es el matrimonio y la familia!

Deseo tener presente a las dos comunidades de religiosas ubicadas en la demarcación parroquial y a los miembros de las Comunidades Neo-Catecumenales, que se alimentan de la Palabra y de la Eucaristía para evangelizar la sociedad, al estilo de las aguas sanadoras de la narración del profeta Ezequiel. ¡Hablad del amor de Dios a nuestros paisanos!

A todos agradecemos vuestro compromiso cristiano y vuestra generosa colaboración.

Pedimos a la Santísima Virgen María, bajo la advocación de “Purísima Concepción”, que siga bendiciendo esta comunidad parroquial para ser luz y sal en el mundo, y para dar testimonio valiente de la fe. Amén.

Más artículos de: Homilías
Compartir artículo