Hemos estado atentos a la programación de las diferentes películas que se han proyectado en Málaga en el Festival de Cine Español, y parece ser que el mundo del cine sigue prestando cada vez más atención a los grandes problemas sociales, por no llamarlos atrocidades sociales, que se cometen por doquier. Nos alegra enormemente que los afronte, porque lo primero para solucionar algo es conocer ese algo, y ese algo terrible lo tenemos ante nuestros ojos y no deja de martillear nuestros oídos.

En la introducción al Manifiesto, Testamento contemporáneo de las Artes, leído por su autor Jorge Rando en el Museum el 1 de diciembre de 2016, se hacía mención «(…) a los acontecimientos que en la actualidad están ocurriendo en todo el mundo, guerras, percusiones, atentados terroristas, hambrunas, la esclavitud de la prostitución, la destrucción (…)».

Desde el Museum hemos convertido la lucha contra todas estas injusticias en uno de los pilares de nuestra institución, y queremos combatirla con el arte y con la ayuda de todos. Nosotros estamos implicados en esta lucha desde nuestro nacimiento en el Molinillo y seguiremos batallando, aunque sea contra viento y marea, y nos dejaremos la piel en esta misión.

Estamos felices de que el cine -lo está demostrando el Festival de Málaga-, como lo demuestra, continuamente, la Asociación Signis, difundan lo que está ocurriendo en el mundo, porque eso ayuda a despertar conciencias y a animar a la sociedad a seguir luchando por un futuro mejor, y que esta frase no se convierta en un eslogan rutinario, sino que entre todos ayudemos a conseguirlo.

Terminamos este escrito, con el cine como referencia, con un párrafo del Testamento Contemporáneo de las Artes: «El arte y los artistas debemos tener siempre presente que somos una parte muy importante de la sociedad, y eso implica que no podemos quedarnos al margen de la lucha por los derechos de todos los hombres, sino por el contrario tenemos que participar con nuestro arte para ayudar a conseguir la libertad, la justicia, y la convivencia pacífica de todos los seres humanos».

Autor: Jorge Rando