Acaba de salir del hospital donde se le ha practicado una biopsia en el pulmón, afectado por una sarcoidosis pulmonar que en su avance le obliga a estar gran parte del día con ayuda de oxígeno.

Desde pequeño, la enfermedad, en distintos frentes, siempre le ha acompañado, algo que no le ha impedido vivir apasionadamente, desde la vivencia familiar, es el más pequeño de siete hermanos, a una vida parroquial juvenil muy intensa que le llevó al sacerdocio. Como catequista, monitor de campamentos y luego como sacerdote, se sintió siempre cercano a entornos complicados, lo que le llevaba a llevar a su casa durante épocas a niños internos en orfanatos o centros de acogida e, incluso, ya como sacerdote en Ardales y Calatraca, a tutelar a dos jóvenes cercanos en entornos complicados. Precisamente, fue declarado Hijo Predilecto de la Villa de Ardales, antes de tener que dejar su ejercicio como párroco para centrarse en sí mismo y en esta nueva enfermedad.

Pero como comenta en la entrevista, es una etapa de incertidumbre y donde deja clara la importancia siempre del ser por delante del hacer en momentos de debilidad donde descubre que uno es un ser limitado y que siente día a día la compañía de Dios. Un Dios al que pone caras y que personifica día a día en tanta gente con la que se encuentra, bien en el hospital o en la calle o en su casa, en su día a día. Ahora mismo no entiende el porqué de lo que le pasa, ni lo que puede pasar, pero el Señor es su "certeza que siempre lo ha acompañado y es su esperanza, que nace del corazón", termina diciendo. Qué mejor mensaje pascual para estos días.