El proyecto de la Luz de la Paz de Belén comenzó a organizarlo la televisión pública austriaca, dentro de un programa social denominado “Luz en la oscuridad”, dedicado a los niños y niñas con necesidades, tanto en Austria como en el extranjero.

Cada año un niño del norte de Austria recoge la luz de la cueva donde nació Jesús y la lleva a Europa desde donde se distribuye, en una ceremonia ecuménica en Viena, semanas antes de la Navidad.
El Movimiento Scout Católico participa en este proyecto desde 1999 con el objetivo de «llevar la “Luz de la Paz” y su mensaje de Navidad a tantas personas como sea posible y animar a los Scouts, como miembros de un movimiento internacional, a participar activamente para trabajar por la paz, independientemente de las opiniones o circunstancias culturales, étnicas, políticas o religiosas».

Este año el lema es “La llamada da la llama”, y el objetivo es descubrir que aquello que nos es dado gratis, lo hemos de dar también gratuitamente e interiorizar y descubrir que la Luz de la Paz de Belén (la llama) nos es dada, no para que nos la quedemos sino para que la demos a otro, de forma que esa “llamada” alcance a cuantas más personas mejor. Esta es la intención de los Scout Católicos, la de ser los transmisores de la Luz de la Paz de Belén por todo el mundo: «nosotros con nuestra pequeña aportación a esta celebración también nos sumamos, para hacer llegar y repartir Alegría y Luz, allí donde se necesita», afirman.