Noticia Lectio Divina con el Evangelio del domingo XXXII del Tiempo Ordinario (Ciclo A) \"Destruiré el templo y lo resucitaré\" · Autor: FANO Publicado: 07/11/2014: 15728 Antonio Collado, Vicario de la Promoción de la Fe y párroco de San Juan Bautista de Málaga, nos ofrece la Lectio Divina con las lecturas de este domingo 9 de noviembre, XXIII del Tiempo Ordinario. Lectura (Lectio) Los últimos domingos del año litúrgico nos invitan a reflexionar sobre los acontecimientos finales de la vida humana y de la historia: la muerte, la segunda venida de Cristo, el juicio. Leo con atención y cuidado, me ayudo de las notas de mi Biblia para comprender mejor el texto. Meditación (Meditatio) Esta parábola pertenece al quinto discurso de Jesús del evangelio de Mateo (Mt 24,1-25,46). En él se trata sobre los acontecimientos del final de los tiempos y contiene una música de fondo: cómo hay que prepararse para la segunda venida del Señor como juez universal (parusía). En la parábola destaca el dato de que la puerta se cierra e impide entrar al convite a una parte de los invitados; algo totalmente impensable en una cultura donde una fiesta de este tipo suponía la participación de toda la comunidad. Es en este detalle donde descubrimos que hay dos niveles temporales en el relato: El primero, la parábola en boca de Jesús cuya intención fue que sus discípulos acogieran el Reino de los Cielos que llegaba con su persona con la misma alegría con la que se celebran unos esponsales. El segundo, la comunidad a la que escribe Mateo que aguarda el retorno de Cristo, pero cuyo retraso provocaba en ella síntomas de cansancio, apatía y rutina. Así la parábola original se convirtió en una alegoría donde cada detalle parece tener un significado simbólico. Hay otro dato que marca la interpretación del relato: en vez de poner la atención en los novios que son los protagonistas de la boda; se resalta la actitud de las amigas de la novia, personajes secundarios. Al clasificarlas como “sensatas” y “necias”, se le está invitando al lector a que se identifique con el primer grupo. La conclusión presenta una interesante semejanza con la enseñanza del Sermón del Monte. Allí son llamados “sensatos” quienes escuchan la Palabra de Jesús y la ponen en práctica (Mt 7,24- 27). Por eso no basta decir “Señor, señor”, como gritaban aquellas muchachas descuidadas a la puerta de la boda. Para poder entrar en las bodas del Reino es preciso hacer lo que Dios quiere (Mt 7,21-23). La práctica del amor es, por tanto, ese “aceite” que no puede faltar a quienes desean estar “con él” (v.10). Oración (oratio) Descubro algunos rasgos del rostro de Cristo que se destacan en este pasaje. Desde ahí, me abro a la oración, no desde el mucho saber, sino desde el mucho amar (Sta. Teresa de Jesús). Contemplación (contempatio) Me detengo en la imagen de la boda; descubro la belleza de la comunión con Dios y me deleito en ella. Compromiso (actio) ¿Qué aceite necesito en este momento de mi vida para que no se apague la lámpara de mi fe?