Para Mª Fernanda, «El origen de los materiales es la necesidad de encontrar formas de trasladar los contenidos del catecismo "Jesús es el Señor" a los grupos. Se hicieron unas guías para cada uno de los ciclos en los que se iban dando una serie de indicaciones sobre cómo hacer las catequesis basándonos en imágenes, música y narraciones. Se trataba de que los niños no tuvieran que saber leer ni escribir para estar en la catequesis. Pero claro, cuando llegaban a lo concreto, los catequistas tenían que hacer fotocopias, los dibujos, buscar las canciones, las letras... Era mucho trabajo. Por eso hicimos estos materiales con todo lo que necesitamos para dar la catequesis. Primero se hicieron los de segundo ciclo, luego los de tercero y ahora, los de primero, que son los más difíciles».

En opinión de Torres, «el Señor se vale de la catequesis para que muchas personas den lo mejor que tienen. En mi caso fue así, mis hijas empezaban la catequesis y así empecé como catequista. Esta mañana me ha llamado una señora y me ha dicho «¿qué hay que hacer para dar catequesis? Es que mi hija va a empezar...». Es una forma muy bonita de reincorporarse a la comunidad parroquial». 

Para Rosalía Bernal, «ser catequista no es transmitir lo del catecismo sino tu experiencia de vida. El catequista es, ante todo, un testigo. Nuestra labor consiste en ayudar al niño a vivir el encuentro con Jesús y tratar de ir suscitando ese deseo de conocerlo y amarlo».

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