Son 11 los colegios públicos que ofrecerán comedor con tres comidas y actividades a niños de familias en riesgo de exclusión social durante julio y agosto en la provincia. Así, son unos 800 menores, comprendidos entre los 3 y los 12 años, los que se benefician por segundo año del decreto de inclusión social, con un presupuesto de unos 290.000 euros.

Estas escuelas de verano sociales se ubican en zonas vulnerables. Siete se encuentran en Málaga capital, concretamente en las barriadas de Los Asperones, Palma-Palmilla, zona centro, La Corta-Monte Pavero y Las Castañetas; dos en Vélez-Málaga, en La Gloria y Cuesta del Visillo; una en Las Albarizas en Marbella; y otra en Dehesa-El Fuerte, en Ronda. Siendo Málaga la provincia que más centros reúne en Andalucía.

En cuanto a la selección que realizan los colegios Daniel Pérez, delegado provincial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, explicó que "gracias a los informes que tenemos de los servicios sociales comunitarios conocemos qué niños están en una situación de mayor vulnerabilidad".

Asimismo, Pérez criticó a otras comunidades que no prestan estos servicios, alegando que esta situación de necesidad se da en todo el territorio español: "Lo que no podríamos hacer es lo que hace Madrid o Galicia, negarlo y mirar para otro lado, por lo tanto, si hay críticas porque nosotros estamos dando una respuesta yo creo que ésa es una crítica indebida".

Uno de estos centros es el Manuel Altolaguirre de la Palmilla, donde unos 120 niños pasan diariamente sus vacaciones, a la espera de que se incorporen los alumnos musulmanes, en Ramadán hasta finales de julio, aclaró Miguel Ángel Muñoz, el director.

"Desayunan aquí, hoy [por ayer] se han tomado un bocadillo y un batido; la merienda es un zumo, una manzana, un bocadillo y pastelitos; y en el almuerzo vamos a comer sopa de puchero, pollo en salsa, fruta y ensalada. Intentamos llegar a las 2.000 calorías al día", aclaró Daniel Fernández, uno de los coordinadores de esta escuela de verano. Asimismo, señaló que la plantilla se compone de unas 12 personas, entre monitores financiados por un proyecto de la Junta, cocineras y voluntarios .

Finalmente, Muñoz explicó qué hacen diariamente: "Son actividades lúdicas y también de apoyo, hacen de todo, los sacan fuera, a la piscina de La Noria, no paran".

Otro colegio participante es el María de la O, de la barriada de Los Asperones, donde según su director, Patxi Velasco, llevan con estas tareas desde hace veinte años, es decir, antes de que se aprobara el decreto de inclusión, que sí posibilitó abrir dos semanas más. Por ahí pasan al día, según López, unos 120 niños, que participan en las actividades lúdicas del proyecto La vuelta al mundo y se benefician de dos turnos de comedor.