NoticiaSínodo Ana María Barrera: «Los laicos tenemos una misión que solo nosotros podemos hacer» Ana María Barrera Publicado: 25/11/2021: 11217 Esta seglar es feligresa de la Inmaculada Concepción de Arroyo de la Miel, donde colabora en Liturgia, catequesis de confirmación de adultos, formación de matrimonios y como Ministra Extraordinaria de la Comunión. Tras licenciarse en Ciencias Religiosas, imparte clases en la Escuela Teológica y ahora ha sido elegida representante sinodal del arciprestazgo de Fuengirola-Torremolinos. Ana María reconoce que intenta colaborar en todo lo que se le pide. «En el arciprestazgo colaboro dando clases en la Escuela Teológica san Manuel González en las sedes de Málaga, Fuengirola y Marbella y en la modalidad semipresencial en Alahurín, Cártama y Algarrobo. También formo parte del equipo de Formación de Cáritas Diocesana dando los temas y el acompañamiento en las parroquias que se me requiere», afirma. Preguntada por el motivo de que la hayan elegido para representante sinodal de su zona, afirma «ha sido, quizás, por mi implicación en la Diócesis, cosa que hago con mucho agradecimiento por todo lo que he recibido en mis años de formación en los Centros Teológicos de la Diócesis». ¿Cómo ha sido recibida la convocatoria del Sínodo en su fase diocesana en su Arciprestazgo? En general ha tenido buena acogida. Ha sido recibida con entusiasmo y como algo positivo, que puede ayudar a tender puentes y a crear nuevas expectativas en las parroquias. También se percibe un poco de temor y respeto por no saber responder a esta gran iniciativa que tanto bien puede hacer a la Iglesia. Esta convocatoria ha dejado entrever también las realidades de algunas parroquias que todavía no tienen mucha participación por sus circunstancias concretas y que, a partir de ahora, son más conscientes de que hay que caminar juntos y que todos somos necesarios. ¿Cómo se está articulando el trabajo en esta zona de la Diócesis? Se están dando muchas posibilidades para que todo el que quiera, pueda participar. Desde anunciarlo en las homilías y en los distintos grupos que forman la parroquia como catequistas, Cáritas, etc., hasta convocar la Asamblea Parroquial para trabajar el tema entre todos. También se está dando difusión a través de las Redes Sociales en las páginas de las parroquias, se ha enviado el Vademécum, para que todo el que quiera, aunque no sea feligrés, participe. y se ha creado un formulario de Google en donde se puede participar cuando cada uno quiera. ¿Que participación están percibiendo en la gente? Hay gran conciencia de participación y responsabilidad en lo que atañe a las parroquias en general, aunque aquí nos encontramos con que en algunas parroquias del arciprestazgo se da una mayor colaboración e implicación que en otras. También podemos decir que, como todavía falta tiempo para que concluya esta fase, no podemos dar datos muy concretos de la participación, hasta que se recojan todas las encuestas que se han lanzado por los distintos medios. ¿Que experiencia de sinodalidad existe ya en la zona que representa? En algunas parroquias no hay mucha experiencia de este tipo, quizás por su realidad concreta, pero en la mayoría existe gran colaboración, hay Consejo Parroquial y se hacen regularmente Asambleas Parroquiales. A partir de ahora, seguramente, se reforzará esta experiencia de sinodalidad; ya que creo que es uno de los motivos por los que el Papa ha querido convocar este Sínodo. ¿Como se va a hacer llegar la aportación a la Diócesis? Pues el día 29 de enero, si Dios quiere, se celebrará una Asamblea Arciprestal en la Parroquia Virgen del Carmen, de Benalmádena Costa, para dar por concluida esta fase. En ella se explicará un poco la memoria de lo que hayamos trabajado y se leerá la síntesis que tengo que elaborar con los datos de todas las parroquias del Arciprestazgo. Para ello el Arcipreste, Manuel Jiménez Bárcenas, ha creído conveniente crear una comisión formada por algunos sacerdotes y por mí para que elaboremos cómo será esa Asamblea conclusiva. De ahí pasará toda la información a Rafael Pérez Pallarés, que es responsable diocesano para la consulta sinodal en Málaga. ¿Siente que va a ayudar a crecer en sinodalidad y corresponsabilidad este proceso? Mi opinión es que sí, que va a ayudar y mucho, ya que gracias a esta convocatoria se está analizando la realidad de todas y cada una de las parroquias y de todos los bautizados. Todos estamos siendo conscientes de que formamos parte de la Iglesia y que tenemos una tarea por hacer, cada uno en su puesto, pero todo es necesario e insustituible. La tarea del laico no es estar “al laíco del cura”, sino que tenemos una misión, que solo nosotros podemos hacer como laicos. A eso estamos llamados, a llevar y a vivir el Evangelio en nuestras realidades cotidianas y a caminar juntos y en armonía con todos los que forman este Pueblo de Dios. Todo esto solo lo podemos conseguir si nos abrimos al Espíritu Santo y dejamos que nuestro corazón sea permeable a la gracia que quiere darnos.