Nació en 1946, cuando Guillermo Rovirosa (promotor y primer militante) aceptó el encargo de la jerarquía de poner en marcha la rama obrera de la Acción Católica. Los militantes de la HOAC «nos encarnamos y comprometemos para que el mundo obrero más empobrecido tenga protagonismo, denunciando toda realidad que atenta contra el plan de Dios y anunciando a Jesucristo como proyecto pleno de realización humana», explica el presidente de la HOAC en Málaga, Juan Díaz Blasco.

Para vivir esto «es fundamental la formación de militantes obreros cristianos, para desarrollar un modo de ser, pensar, sentir y actuar; tanto personal como comunitario, profundamente cristiano», añade Juan.

Con sus actividades y publicaciones promueven el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia; y una fe que acompañe a las personas, colabore a un cambio de mentalidad y transforme las instituciones, demostrando que es posible vivir de otra manera.

Los militantes de la HOAC «cultivamos nuestra espiritualidad, la vida comunitaria, el compromiso y la formación en equipos de vida. Nuestro compromiso comunitario se centra en los sectores más empobrecidos del mundo obrero: exclusión social, familia obrera, precariedad laboral, mujer trabajadora y migrantes», afirma el presidente.

En la Diócesis de Málaga están presentes en Málaga, Torrox y Vélez-Málaga. Tienen implantación en toda España y están vinculados al Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC).

Para más información: hoac@diocesismalaga.es y hoac.diocesismalaga.es

TESTIMONIO. Rafael Broncano

Aquí puedes escuchar el testimonio de Rafael Broncano emitido en el programa "Iglesia en Málaga" del domingo 15 de diciembre. 

Me llamo Rafael Broncano. Comencé en la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) en el año 75 del siglo pasado. 

La HOAC ha marcado mi vida para bien. En ella he aprendido a situarme, a formarme, y a llevar a cabo  un compromiso con la pobreza y con los más empobrecidos.

La formación que se da en ella y el plan básico de formación cristiana me han ayudado a ser más persona, a pensar más, a trabajar más.

Llevo compartiendo vida en el equipo durante 45 años con distintas personas. Ha sido y sigue siendo una etapa maravillosa de compartir vida. He vivido intensamente el compromiso social encarnado dentro del mundo obrero. Para mi familia también ha sido una experiencia extraordinaria.

Sin olvidar nunca que yo no soy el centro, sino que el centro es Cristo, que está presente en el otro.

Mi vida en la HOAC me ha hecho más persona, si no la hubiera conocido, seguramente no sería el mismo Rafael Broncano. Estoy en deuda con la HOAC y con Cristo.