La jornada de convivencia comenzó a las 10.00 horas, con la oración en la Capilla del Buen Pastor; después, el cardenal Fernando Sebastián hizo una presentación de la exhortación apostólica “Gaudete et exsultate” del papa Francisco, en la que destacó que «colaborar con Jesús en el bien del prójimo, esa es la misión de un sacerdote».

Antes del almuerzo, homenajearon a los hermanos sacerdotes que cumplen en 2018 cincuenta o veinticinco años de ordenación, que son los siguientes:

Ordenados en 1968

José Luis Linares del Río (13 de enero)
Francisco Ruiz Fernández (13 de enero)
Sergio Ferrero Varela (18 de marzo)
Antonio Gil Prieto, S.D.B. (27 de abril)
Francisco Rubio Sopesén (2 de julio)
Juan Ruiz Villanueva (2 de julio)
José Sánchez Luque (2 de julio)
Andrés González García, O.SS.T (6 de julio)
Javier Hernández Pastor, O.A.R. (6 de julio)
Antonio Pitalúa Martín (24 de septiembre)
Amador Casamayor Medina, C.M. (27 de septiembre)

Ordenados en 1993

Antonio Jiménez Fuentes, O.SS.T. (9 de enero)
Roman Hamratsey (10 de febrero)
Carlos Jesús Pastor Rico (20 de marzo)
Adolfo Ledesma Tirado, diácono (9 de mayo)
Juan Manuel González Ruiz (29 de junio)
Manuel Arteaga Serrano (10 de julio)
Francisco Alejandro Pérez Verdugo (10 de julio)
Eduardo Romero Pareja (10 de julio)

Según explica uno de los sacerdotes participantes en el encuentro, Emilio López, en su homilía de la hora intermedia, el Sr. Obispo, Jesús Catalá, dio gracias al Señor «porque nos has escogido y destinado para una misión» e invitó al clero malagueño a «ser predicadores intrépidos», sin olvidar que «es
necesario crecer en santidad y en formación».