NoticiaCelebramos Nuestra Señora de la Esperanza, la Virgen del Jubileo Detalle del cartel anunciador de la procesión de la Virgen de la Esperanza de Málaga en Roma, obra del artista Francisco Naranjo Publicado: 18/12/2024: 116 María de la O El 18 de diciembre celebramos anualmente la fiesta de Nuestra Señora de la Esperanza, advocación a la que también se alude como la Expectación del Parto de la Santísima Virgen María o Virgen de la O. Ocho días antes de la Navidad, la Iglesia celebra una fiesta dedicada al misterio de la Encarnación del Señor en la que contemplamos a María en los últimos momentos de su estado de “buena esperanza”. A las puertas del Jubileo de la Esperanza, esta advocación de la Virgen cobra especial relieve puesto que, como señala el propio papa Francisco en su bula de convocatoria, «la esperanza encuentra en la Madre de Dios su testimonio más alto». En Málaga, el culto a esta advocación mariana es promovida por un total de 11 cofradías, destacando la de la Archicofradía de la Esperanza de Málaga, cuya imagen titular protagonizará este año en Roma el Jubileo de las Hermandades y Cofradías. En la capital contamos, además, con la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza y San Eugenio Mazenod. Ntra. Sra. de la Esperanza que se venera en la parroquia malagueña de Ntra. Sra. de la Esperanza y San Eugenio Mazenod × INVOCACIONES A MARÍA DE LA O Oh, Madre de Dios, tráenos la Sabiduría que brotó de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad. Oh, Señora nuestra, tráenos a Adonai, Pastor de la casa de Israel, que se apareció a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le dio su ley. Oh, Madre de la Iglesia, tráenos el renuevo del tronco de Jesé, que se alza como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones. Oh, Reina de los cielos, tráenos la llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abre y nadie puede cerrar, cierra y nadie puede abrir. Oh, Virgen Inmaculada, tráenos el Sol que nace de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia. Oh, Esclava del Señor, tráenos al Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que hace de dos pueblos uno solo. Oh, Esposa del Espíritu Santo, tráenos al Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos. Amén