La oración en el tiempo de Cuaresma es fundamental para vivir este tiempo santo de manera adecuada. Sin oración, difícilmente descubriremos las mociones del Espíritu Santo; lo que Dios nos quiere decir; las cuestiones que deseamos conocer, comprender, formular o distinguir.

En el tiempo preparatorio para la Semana Santa estamos convocados a intensificar nuestra oración. Si es posible, delante del Sagrario y la Palabra. En Cuaresma estamos llamados a buscar momentos para orar, a estirar la agenda para rezar durante largo tiempo.

Nos jugamos algo grande: que el encuentro con el Señor se propicie. Aunque, a decir verdad, en cualquier momento Cristo se podría hacer presente en nuestra vida favoreciendo el encuentro que marque nuestras vidas. Un encuentro de corazón a corazón. En lo íntimo del ser. Y que nos transformaría pero que siempre estará necesitado de ser alimentado a diario, como el amor en la vida de quienes se aman.