NoticiaManos Unidas «El único dinero que no llega es el que no se da» María Dolores Pérez con las comunidades campesinas de Zimbabwe, durante un reportaje del programa "Pueblo de Dios" de RTVE Publicado: 08/02/2017: 7392 “El mundo no necesita más comida, necesita más gente comprometida” es el lema elegido por Manos Unidas para la campaña de este año, que arrancó el domingo 12 de febrero. La Campaña se centra en tres cuestiones esenciales en la lucha contra el hambre: el desperdicio de alimentos, la especulación alimentaria y la agricultura sostenible. María Dolores Pérez Carrasquilla, religiosa de la congregación de las Misioneras Hijas del Calvario, ha recorrido nuestra diócesis siendo el testimonio vivo de que los proyectos de Manos Unidas son reales y el dinero que se da en la campaña llega, hasta el último céntimo, a su destino. Cada mes de febrero, Manos Unidas, ONG de desarrollo, de la Iglesia Católica y de voluntarios, nos presenta una nueva Campaña Contra el Hambre. Esta institución trabaja para apoyar a los pueblos del Sur en su desarrollo y en la sensibilización de la población española. #ComprométeteconManosUnidas Las parroquias, la Universidad, los colegios, las marquesinas y paradas de autobuses… se llenan de color en febrero con los carteles publicitarios, las camisetas, las agendas y los calendarios de Manos Unidas. Un grupo de misioneros de todo el mundo visita las ciudades españolas para contar en primera persona cómo trabaja Manos Unidas y cómo sus proyectos de desarrollo se hacen realidad gracias a las miles de aportaciones generosas. Comparten su experiencia de lucha contra el hambre a través de proyectos de desarrollo en algunos de los países más pobres del planeta. Este año ha venido a Málaga Mª Dolores Pérez Carrasquilla, religiosa de la congregación de las Misioneras Hijas del Calvario. Lleva la mitad de su vida, 35 años, en Zimbabwe, con el pueblo tonga. Es testimonio vivo de que los proyectos de Manos Unidas son reales y el dinero que se da en la campaña llega hasta el último céntimo. Tras su visita a nuestra diócesis volverá a su querida África: «Allí me mantiene la gente, el carisma… Dios, que es quien me llamó y me cautivó el año 1970 y, desde entonces, soy parte de la congregación de las Misioneras Hijas del Calvario». Enfermera y matrona María Dolores, cordobesa de nacimiento, recibió como destino Zimbabwe en 1977, «pero entonces el país se encontraba en plena Guerra de Independencia y no me dejaron entrar. Mientras esperaba, estudié Enfermería y Matrona y, en 1982, llegué a Zimbabwe. Lo que más me impresionó en el Hospital de Caviahue, afirma nuestra misionera, fueron los enfermos de lepra. Yo no conocía esa enfermedad más que por los libros. La carne se les caía a trozos y las personas se quemaban bajo el sol de este país. Gracias a Dios, la lepra hoy día se puede curar si se diagnostica, y son pocos los enfermos que existen». El Hospital de Caviahue atiende a una población de más de 20.000 habitantes «y no tenemos médico. Las enfermeras son las que llevan el trabajo del hospital. Hay 72 camas, pero muchas veces los pasillos se llenan de enfermos». Una de las frases que destaca Manos Unidas en su agenda es «El compromiso de las comunidades campesinas en Zimbabwe sortea la sequía, el cambio climático y el abandono del campo, y da preciosos frutos». María Dolores afirma que «Manos Unidas nos ha ayudado muchísimo y este año nos recuerda que hay 800 millones de personas que mueren de hambre y en el planeta tenemos comida para alimentar al planeta entero. Yo he pasado hambre y he visto a niños morir de hambre en la tremenda hambruna que vivimos en Zimbabwe en 2007, cuando tuvimos la inflación más grande del mundo». A la gente que se pregunta si llega el dinero que se recoge en la campaña, María Dolores les cuenta que«“Manos Unidas nos ha concedido muchos proyectos: en la promoción de la mujer, en el hospital, en la educación, construyendo escuelas… También nos ayudó con la construcción de un pantano y el último proyecto, del que estoy enamorada, un hogar para niños huérfanos, en Binga: el Hogar del Amanecer, en el que tenemos acogidos a 16 niños, de 7 meses a 16 años. El más pequeño llegó con 6 meses y pesaba 4 kilos, nos tiene loquitas. Por él hemos cambiado hasta nuestros horarios para la oración. Su madre murió de sida y su padre tiene una parálisis muy avanzada». Y concluye, «el dinero llega, el único que no llega es el que no se da». La Campaña Durante todo el año 2017, Manos Unidas hará hincapié en tres cuestiones esenciales y urgentes para acabar con la pobreza y el hambre en el mundo como son el desperdicio de alimentos, la lucha contra la especulación alimentaria y el compromiso con una agricultura respetuosa con el medio ambiente que asegure el consumo local. Esta Campaña se enmarca dentro del Trienio de Lucha contra el Hambre (2016-2018), en el que Manos Unidas está trabajando para dar respuesta a las causas y problemas que provocan el hambre en el mundo. Para Manos Unidas, solucionar esta lacra pasa por acompañar a los más pobres, reforzar el derecho a la alimentación de los pequeños productores, contribuir al cambio hacia unos sistemas alimentarios más justos y educar para una vida solidaria y sostenible. Ayuno voluntario El viernes 10 de febrero, como gesto de apoyo a los casi 800 millones de personas que sufren, cada día, el hambre en el mundo, Manos Unidas celebró el Día del Ayuno Voluntario con eventos en toda España y nos propuso donar el importe de nuestra comida de ese día a los proyectos de desarrollo que realiza la ONG en 60 países. Este domingo, 12 de febrero, en las parroquias de toda España se celebrará la Jornada Nacional de Manos Unidas con una colecta especial en la que se invita a todos los asistentes a colaborar y a comprometerse.