Noticia La Sagrada Escritura Publicado: 10/03/2015: 13049 San Agustín dice a menudo en sus homilías: "llamé muchas veces a la puerta de la Palabra hasta que pude percibir lo que Dios mismo me decía". Es una realidad preciosa que expresa el fruto de la perseverancia. La Sagrada Escritura no es algo meramente privado, de grandes escritores, sino que ha crecido con personas que estaban implicadas en el camino del pueblo de Dios. Y así sus palabras son expresión de este camino y de la unión entre la voluntad de Dios y la respuesta humana. La Escritura no pertenece al pasado, dado que su sujeto, el pueblo de Dios inspirado por Dios mismo, es siempre el mismo. Así pues, se trata siempre de una palabra viva en el sujeto vivo. Por eso, es importante leer la Sagrada Escritura y escuchar la Sagrada Escritura en la comunión de la Iglesia, con la comunidad. Sobre todo en la liturgia, se convierte en una palabra vital y viva. La liturgia es el lugar privilegiado donde cada uno entra en el “nosotros” de los hijos de Dios, en conversación con Dios. La liturgia es el lugar privilegiado donde la Palabra está viva, está presente, donde la Palabra habla con nosotros y se pone en nuestras manos. Si nos disponemos a la escucha del Señor, lo encontraremos.