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El Brujo, el juglar de la Palabra de Dios

Publicado: 24/05/2012: 2596

La genialidad de Rafael Álvarez El Brujo rompió los esquemas. Se llevó los aplausos de las más de 2.000 personas que acudieron a la Catedral de Málaga a disfrutar de su versión particular de El Evangelio de San Juan, un gran reto personal y profesional en el que recuperó el espíritu de los autos sacramentales e incorporó el análisis y la reflexión de los estudiosos actuales. Esta iniciativa inédita hasta ahora, que organizó la delegación de medios del Obispado de Málaga, rompió el silencio sagrado con un aluvión de carcajadas.

Ya desde primeras horas de la tarde el interés suscitado desbordó todas las expectativas. Una larguísima cola de espectadores curiosos, que se extendió desde el patio de los Naranjos hasta la mismísima plaza de la Aduana, esperaba con ansiedad el comienzo del espectáculo. Y El Brujo no defraudó. Aunque antes de comenzar la función, el actor cordobés se acercó a la multitud para mostrar su «miedo» por «no alcanzar las expectativas»: «Les invito a ver este espectáculo desde donde estén y si no cierren los ojos y disfruten de uno de los cuatro evangelios canónicos, un bellísimo texto que hoy traigo aquí con todo el amor y el misterio que encierra».

Tras unos minutos de música gospel, El Brujo se metió en la piel del juglar y a través del humor y su impresionante vitalidad guió, a su manera, a todos los presentes por todos los pasajes de la vida de Jesús. Saxo, violín, campanas tibetanas, percusión asiática y el magnetismo de la Catedral arroparon su gran puesta en escena, que tuvo muchísimos momentos sublimes en su Jesús de San Juan, como el viaje del Mesías, acompañado por dos de sus discípulos: «A Jesús le sigue Pedro y éste mira para atrás como Contador. Y después ya son cuatro; el cristianismo funciona».

Y también hizo su personal traducción de estos escritos sagrados y reflexionó sobre el hombre y sobre la palabra de Dios. «En este texto hay muchos símbolos, leyendas, misterios...Es que los apóstoles por aquel entonces no habían leído a Paulo Coelho ni estaban en Facebook». Frases, una detrás de otras, perfectamente hilvanadas, medidas, que generaron el efecto esperado. El público reía y reía sin parar ante las ocurrencias de El Brujo.

El Evangelio de San Juan saltaba del pasado al presente con gran rapidez y frescura con el relato del cordobés. Las Bodas de Caná fue uno de los episodios en los que el público respondió a El Brujo con una cascada de aplausos y risas. Recreó la osada versión de Darío Fo sobre este pasaje bíblico, donde hizo chispeantes referencias al Gobierno, con la presencia de un gallego, que decía que era porque entonces ya había migración gallega a Palestina; tocó el tema del machismo, de la crisis... El Brujo, todo un genio.

Autor: laopiniondemalaga.es

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