El pintor y escultor expresionista, de reconocido prestigio nacional e internacional, Jorge Rando, nos cuenta su experiencia. “Cuando pienso en el Seminario, la primera sensación es de agradecimiento al Señor por haberme llamado; agradecimiento a mis formadores y compañeros. Fue una época muy feliz, que me marcó para toda la vida”. El artista malagueño es autor de destacadas obras relacionadas con su creencia religiosa como las esculturas que descansan en los jardines de la catedral o sus pinturas de temática religiosa. Sus exposiciones han visitado importantes museos en lugares como España, Alemania o Estados Unidos. Cabe destacar que ya han dado comienzo  las obras de rehabilitación del convento de las Mercedarias, que albergará el Museo Rando, donde se expondrá la obra donada por el artista a la Diócesis de Málaga. ”Mi estancia en el Seminario influyó no sólo en mi vocación artística, sino en toda mi trayectoria. Recibíamos una formación y preparación para el sacerdocio, con una base espiritual muy sólida, que nos servía para entregarnos a los estudios en cuerpo y alma por el convencimiento de nuestra vocación”. Rando admite que el Seminario sigue teniendo un especial significado en su vida: “Me ha formado en muchos aspectos, que me sirven de guía por la vida. Aprendí una disciplina, nunca por temor al castigo sino por el convencimiento propio. Aprendí el espíritu de sacrificio, de entrega y de lucha constante en la consecución del fin deseado. Y sobre todo, aprendí que los artistas sólo somos instrumentos del único Creador que existe, y que sólo poniéndonos en sus manos, podemos llegar a realizar una verdadera Obra de Arte”.