NoticiaClero MI CURA, por Luis Santiago Luis Santiago Publicado: 11/12/2020: 8429 Mi cura es un incansable altavoz del Evangelio. Vive a Cristo y lo proclama, no como una repetición de un mensaje aprendido, sino como experiencia personal a compartir. Más allá de los ritos y las tradiciones, hay un tesoro escondido y él lo ha descubierto. «Dudé de su respuesta, pensando en sus múltiples ocupaciones, pero vino a mí y su escucha me consoló» Por eso, llama con insistencia machacona a la formación de los cristianos para profundizar en la fe personal y comunitariamente. No concibe cristianos rutinarios porque el Evangelio es buena y nueva noticia que no se puede quedar en lo individual. Cansado y agobiado por la dureza de mi vida, llamé a su puerta buscando un poco de aliento para seguir adelante, dudé de su respuesta, pensando en sus múltiples ocupaciones, pero vino a mí y su escucha me consoló. Aprendí qué es la disponibilidad en el servicio. Atravesé mi desierto vital abriéndome a los más vulnerables del barrio gracias a mi actividad parroquial. Y viví una alegría sencilla y profunda. Mi cura señala incansable el reto de vivir la experiencia del Dios encarnado en el mundo de hoy sin miedos. También sufre lo suyo cuando la vida le golpea con dureza. Aprende de los caminos de fe de una comunidad que celebra y comparte con alegría.