Noticia OBRA DE SAN JUAN DE ÁVILA. «Buscamos la santidad de vida en nuestro día a día familiar» Kikina Pérez-Cea Soto, miembro de la Obra de San Juan de Ávila Publicado: 25/02/2020: 25183 La Obra de San Juan de Ávila es una asociación internacional privada de fieles, de derecho pontificio, con personalidad jurídica, que se encuentra en las parroquias, pueblos, barrios, lugares de trabajo… También en la Diócesis de Málaga. El Siervo de Dios José Soto Chuliá (Valencia 1887-1975) fue su fundador. Era sacerdote diocesano de la archidiócesis de Valencia y san Manuel González lo llamó para trabajar en la diócesis de Málaga, en 1919. Fue director espiritual del Seminario de Málaga desde 1920 a 1950. Las primeras avilistas recorrieron muchos pueblos de la diócesis. «Las primeras avilistas recorrieron muchos pueblos de la diócesis. Hubo un paréntesis cuando el Padre Soto se marchó de Málaga, pero volvimos a petición del Obispo D. Antonio Dorado y el sacerdote Pedro Sánchez Trujillo, que no conoció al Padre Soto, pero que despertó su interés al trabajar en la causa de beatificación de Juan Duarte, seminarista de la época del Padre Soto. Llegamos a la diócesis de Málaga en septiembre de 2002 y comenzamos a trabajar, a petición de los sacerdotes y con el permiso del Sr. Obispo, en pueblos como Almargen, Campillos, Sierra de Yeguas, Triana, Benamargosa, Fuengirola y la zona de la Serranía», explica Carmela Gamero, responsable de la Obra de San Juan de Ávila en Málaga. La Obra de San Juan de Ávila recibió la aprobación pontificia el 12 de marzo de 1994 y su lema es: “¿Bautizado? Luego santo y apóstol”. El carisma de esta institución es despertar la conciencia cristiana en los bautizados y vivir con plenitud la propia consagración bautismal en el propio estado de vida y profesión, formando grupos apostólicos. Los medios de esta institución son los que la Iglesia recomienza a los fieles: la oración, la frecuencia de sacramentos, el ejercicio de las virtudes, la formación de grupos apostólicos y el acompañamiento cristiano. En Málaga se encuentran en la parroquia de la Sagrada Familia, en calle Corregidor Pedro Zapata, 16. Para más información, pueden enviar un e-mail a carmelagamero@gmail.com TESTIMONIO. Kikina Pérez-Cea Soto Aquí puedes escuchar el testimonio emitido en el programa Iglesia en Málaga Me llamo Kikina Pérez-Cea. Conocí la Obra de San Juan de Ávila hace mucho tiempo, gracias a nuestro párroco de entonces, D. Jesús Sánchez (QPD). Mi esposo y yo estábamos recién casados, y buscábamos algún grupo que nos orientara, formara y guiara por nuestro camino del matrimonio. En nuestra parroquia de Santa Rosa de Lima ya había un grupo de matrimonios y con él nos quedamos. Cuando nació nuestro primer hijo, nos invitaron a un campamento en los pueblos de Senet y Aneto (Pirineos). Allí nos encontramos un ambiente muy familiar: muchos matrimonios de diferentes ciudades con sus hijos, muchos monitores que se encargaban de los jóvenes, y unos sacerdotes cercanos, humildes, y con una gran capacidad de entrega, que nos acompañaron los 15 días que estuvimos en el campamento. Durante estos días, nos impartieron charlas de formación y frecuentes diálogos con los sacerdotes. Como no sabíamos exactamente a qué movimiento o grupo pertenecía este campamento, lo preguntamos a uno de los sacerdotes, que nos contestó con una sonrisa serena y bondadosa: Si os preguntan decid que somos seguidores de Cristo y de su Evangelio y nuestra meta es la santidad. Unidad en lo esencial y diversidad en lo superfluo, pero siempre, y antes que nada, vuestra diócesis y vuestra parroquia. Nos enamoramos de la manera con que nos ayudaban a vivir nuestro compromiso bautismal, buscando la santidad de vida en nuestro día a día familiar, invitándonos a volcarnos antes que nada con nuestra diócesis y nuestra parroquia. Seguimos asistiendo a las reuniones semanales de matrimonios y colaborando con nuestra parroquia en la catequesis, los cursillos prematrimoniales, el acompañamiento a otros matrimonios... Y después de 46 años, aquí seguimos. Ahora yo sola, pues mi marido ya vive en el cielo. Estoy a disposición de las misioneras (avilistas) que están al servicio de las parroquias que las necesiten. Ellas viven de la Providencia, y se alojan donde la parroquia les ofrece. Hace unos años cursé la Escuela Teológica San Manuel González y, desde aquí os invito a que la hagáis, pues es un gran complemento para conocer más a Dios y a la Iglesia. A día de hoy, le doy gracias a Dios por ponerme en este camino y acogerlo desde la libertad que Él nos dio y nos sigue dando.