Noticia Los jóvenes de Torremolinos abrazan al Apóstol Santiago Publicado: 27/07/2018: 20163 Del 8 al 15 de julio, los jóvenes de las parroquias San Miguel y Santa María del Mar, de Torremolinos, han realizado la última etapa de su Camino hasta Santiago de Compostela. Este Camino ha sido parte del itinerario de formación que viven en la parroquia. «La idea de hacer el Camino de Santiago llevaba varios años rondando los grupos de jóvenes de la parroquia. Queríamos que fuera parte de su itinerario de formación», explica Trinidad Ruiz, coordinadora de esta experiencia. «Este año hemos pensado que estaban preparados. La mayoría son monitores de los chicos de perseverancia y de los campamentos, era el momento apropiado y han respondiendo con responsabilidad», añade. En estos días de julio han recorrido a pie las etapas que van desde Sarria a Santiago de Compostela, pero pero el Camino empezó con el curso, «las etapas de entrenamiento las hemos realizado por el Camino Mozárabe de Málaga pues históricamente, los peregrinos siempre han comenzado a caminar desde su casa o su parroquia», explica Trinidad. En enero, el grupo de jóvenes, los catequistas y el párroco, Javier Guerrero, recorrieron su primera etapa, desde la iglesia de Santiago, en Málaga capital, a Junta de los Caminos, en Puerto de la Torre. La segunda etapa la recorrieron en Pascua, desde Puerto de la Torre a Almogía y de allí a Villanueva de la Concepción, donde compartieron un día de convivencia. Y también realizaron otras etapas desde Villanueva de la Concepción a Antequera y desde Antequera a Cartaojal. Santiago de Compostela El 8 de julio, a las 5.30 de la mañana, los 48 jóvenes de dichas parroquias esperaban con ilusión el autobús que los llevara hasta Sarria. Iban acompañados por 10 adultos y el párroco, Javier Guerrero. A las 6.00 se pusieron en marcha y «después de 14 horas de carretera, sus ojos seguían transmitiendo la misma alegría», asegura Trinidad, «llegamos a Sarria para cenar y dormir, que a las 6.00 de la mañana del 9 de julio comenzábamos la ruta a pie», añade Trinidad. En una semana de caminar y convivir codo a codo son muchas las anécdotas que han ido acumulando. Trinidad recuerda con especial cariño el último día, antes de solicitar las compostelanas: «todos los jóvenes tenían sus credenciales correctamente selladas, en cada uno de los lugares por los que pasamos, para poder solicitar la compostelana, menos nuestro párroco, que con el lío de la organización, no había tenido oportunidad de sellar en algunos lugares. Mientras comíamos en el Seminario Mayor de Santiago de Compostela, los jóvenes fueron rellenando cada una de las casillas de la credencial de su párroco, Javier Guerrero, un detalle que nos emocionó a todos». La llegada a la plaza del Obradoiro es siempre muy emocionante, Trinidad la recuerda así: «los que iban en cabeza esperaron hasta que llegó el último y todos entramos juntos, cantando, escenificando una coreografía… y al llegar delante de la Catedral, rompieron a llorar de emoción. Estoy convencida de que el Camino ha ido calando en ellos desde el primer día del curso y, la llegada, fue una explosión de la alegría que han vivido durante meses». Pero la anécdota que quedará en la historia de la parroquia será la de “la catequesis de la magdalena”: «Del 25 al 29 de junio celebramos el campamento de jóvenes y dos semanas después comenzamos el Camino de Santiago. Por un ajuste del supermercado al que hicimos el pedido de alimentos para el campamento, nos enviaron decenas y decenas de magdalenas comunes con las que cubrimos los días de campamento y nos sobraron para el Camino de Santiago. La sencillez de una magdalena que se repite en desayuno y merienda, día tras día, ha dado lugar a toda una catequesis». De hecho, Luis Uno de los catequistas, Luis Gragera, escribió en su muro de Facebook, a la vuelta del Camino: «una magdalena como símbolo de una peregrinación, hechos inesperados que nos hacen recordar que Dios se encuentra desde la sencillez de un gesto, de una sonrisa de un desayuno compartido para empezar la jornada». El silencio, el recogimiento y el olvido de los móviles han estado también presentes en un Camino que seguirá guiando a estos jóvenes en los grupos de su parroquia.