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Ámbar Ordóñez: «Cuando subía al autobús, me miraban como a un extraterrestre»

Publicado: 13/11/2013: 7313

•   Jornadas de sensibilización sobre las migraciones

La Delegación diocesana de Migraciones organiza las Jornadas de Sensibilización por las Migraciones que se están celebrando en Málaga los días 20 y 21 de noviembre. Con motivo de su celebración, hablamos con un inmigrante boliviano que lleva 12 años en España.

«Por veinte segundos piensen que han perdido su familia, sus amigos, que no tienen su cama, su casa... Eso es lo que nos ocurre a nosotros, "los inmigrantes", como la gente nos llama. Porque Dios no entiende de inmigrantes, sino de seres humanos. Las fronteras las hemos hecho los hombres. Todos somos ciudadanos del mundo». Así de claro habla Ámbar Ordóñez, colaborador de la Delegación. Es de Bolivia y con más de doce años en nuestra diócesis, se reconoce "malagueño". Vino a España en busca de un futuro mejor, especialmente movido por el deseo de poder enviar el dinero que posibilitara a sus hijos estudiar una carrera. Al llegar experimentó la soledad. «Los sudamericanos somos muy regionalistas, cada uno va por su lado, y al acercarme a ecuatorianos o paraguayos, me sentía fuera de sitio». La Iglesia fue uno de los lugares donde se sintió acogido. Fue entonces cuando decidió fundar una asociación desde la que ayudar a insertarse en la sociedad a los bolivianos que iban llegando.

INMIGRACIÓN Y CRISIS

Para este boliviano, la integración en nuestra sociedad es muy difícil, especialmente por la desinformación. «La gente cree que el inmigrante viene a quitarle su puesto de trabajo, la guardería de su hijo, el alimento que come... y yo no creo que sea así. Si el inmigrante ha venido es porque España necesitaba mano de obra. Cuando había bonanza económica, los inmigrantes éramos como plumeros que sólo servíamos para quitar el polvo, pero nunca se veía la capacidad del inmigrante. Cuando yo subía al autobús me miraban como si fuera un extraterrestre. Gracias a Dios, con el tiempo se va avanzando, aunque la crisis vuelve a poner nuevos obstáculos. Hace falta sensibilizar de que el inmigrante ha venido a aportar un granito de arena. La inmigración es una sombra que levanta los pueblos. Nosotros trabajamos como uno más para que este país salga adelante, y seremos los primeros en alegrarnos cuando lo logremos».

Autor: Ana María Medina @_AnaMedina_

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