Llegó  el momento en el que un  grupo  parroquial que ha recorrido el camino de la formación de adultos  sea enviado por la Iglesia  a dar gratis lo que durante todo este tiempo han recibido gratis, los envía a la comunidad para ser sal y luz, para hacer lo que anteriormente han hecho con ellos y a formar parte de la gran comunidad parroquial y de la Iglesia como cristianos adultos comprometidos y seguidores del gran guía que es Jesús. Con gran alegría y gozo en esta Vigilia de Pentecostés como a aquellos primeros discípulos se les envía a la misión llenos del Espíritu Santo.

Ahora es el momento de andar el camino acompañados del Espíritu de Jesús y tener como referencia la comunidad y los catequistas afirmamos que es el momento final de su formación, porque han acudido a las catequesis, han discernido sobre su vida a la luz del Evangelio, han cambiado su forma de ser y de hacer, ya no desde nosotros, sino desde Dios.

Acogen la luz de Cristo para que a partir de ahora la mantengan encendida y si alguna vez por alguna causa se apaga la enciendan  en la llama de Jesús, en la verdadera luz que nos indica el camino a seguir, nunca fallará, nunca  defraudará, siempre estará a nuestro lado, invocad al Espíritu en todo momento y acudirá a vosotros y descubriréis las maravillas que sois capaces de hacer. Como nos canta María en el Magnificat.

Pilar Illázquez. Directora de Cáritas Melilla