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Olga Casanova: «El primer deber de un profesor es que los lunes apetezcan»

Publicado: 16/05/2012: 435

“El nuevo modelo de educación se basa en que equipos directivos, profesorado y padres tengan un proyecto común y así se lo transmitan a los que serán los hombres y mujeres del futuro” plantea la profesora de la Universidad Camilo José Cela, Olga Casanova, ponente del II Congreso de Fundación Diocesana Santa María de la Victoria de Málaga, «Educando en familia».

–¿Qué deben aprender las comunidades educativas?

–Parece una contradicción que no funcionemos como profesionales del aprendizaje. La escuela durante años ha dedicado mucho tiempo a enseñar y hemos considerado que el aprender era casi exclusivo de los alumnos. Hemos dedicado muy poco tiempo a aprender nosotros, los profesores, a sacar partido a los cambios, a aprender a partir de errores. Esa falta de dedicación ha hecho que muchos de los cambios que se han ido produciendo muy rápidos, sobre todo en los 10 últimos años, nos hayan llevado a un estado de agotamiento y angustia enormes. Tenemos que aprender mucho sobre cómo se aprende mejor, es decir, convertirnos en estrategas, en investigadores, en diseñadores de un aprendizaje, en que sea apasionante y que haga que a los chicos les apetezcan los lunes. Tenemos que aprender a gestionar mejor la heterogeneidad de los equipos educativos y a sacarles más partido, no buscar  la comodidad sino lo mejor y luego a conseguir establecer buenas redes y puentes con los padres y con la sociedad.


–En el caso de una comunidad educativa como la de la Fundación, que es católica, ¿cambian las directrices educativas a tener en cuenta con respecto a otros centros?

–En la opción de aprendizaje que nosotros tenemos hay elementos que son comunes a cualquier colegio y es la necesidad de que nuestros chicos aprendan para ser unas excelentes personas, unos magníficos ciudadanos y que lo hagan con tres ingredientes que a nosotros nos parecen muy importantes: espíritu crítico, capacidad creativa y un sentido de compromiso con la humanidad muy grande. En este último ámbito en el caso de los colegios cristianos o las escuelas católicas, vamos un poquito más lejos en la ambición, es decir, ese compromiso humano tiene una red cristiana muy grande que va muy ligada al sentido social y a hacer bien las cosas, y también la experiencia trascendente o espiritual que da aún más sentido a todo lo anterior.

Autor: diocesismalaga.es

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