DiócesisComentario al Evangelio

Comentario en texto al Evangelio, por Jesús David Hurtado

Publicado: 03/08/2024: 921

El profesor de los Centros Teológicos Jesús David Hurtado Giráldez ayuda a profundizar en el Evangelio de este domingo, 4 de agosto (Juan 6, 24-35).

En el evangelio de este domingo, la gente busca a Jesús, e intuye dónde está: en Cafarnaún. ¿Hoy en día sabemos dónde encontrar a Jesús? Quizá algunos piensan que solo está en un templo, en un Sagrario; otros dirán que está en todas partes, negando la necesidad de acudir a una iglesia.

Las presencias de Jesús son diversas, pero lo encontramos seguro en dos lugares: en los sacramentos y en los corazones de nuestros hermanos y hermanas. ¿Por qué lo buscamos? Jesús echa en cara a la gente que lo busca por interés, porque les da de comer hasta saciarlos. Y nosotros, ¿por qué buscamos a Jesús?

Quizá hay un interés más o menos oculto (necesito que me ayude, que solucione algo, que cure a un ser querido). Pero en el fondo, lo que nos mueve en la vida es el amor, y esa es la razón de peso que nos atrae de Jesús: sentirnos profundamente amados por Él desde lo que soy. Ir hacia Él, creer en Él.

Al final del evangelio, Jesús nos hace una doble invitación: “el que viene a mí no tendrá hambre, el que cree en mí no tendrá sed jamás”. Ir hacia Él, creer en Él, para saciar nuestra hambre y sed de vida plena, de felicidad, de amor. Solo Jesús sacia, solo Él es el pan que da Vida, el que da su vida por amor a cada uno de nosotros, para que nosotros nos transformemos a su vez en pan partido y repartido, pan que sacie el hambre de tantos rostros, pan que llene de vida cada rincón de nuestros barrios y pueblos. ¡Danos siempre de ese pan, Señor!

 

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