El Colegio concertado La Asunción es el único de España autorizado por el Servicio de Inspección Educativa para poder impartir en Bachillerato una asignatura de “Mindfulness”. El profesor de dicha asignatura, Eduardo Blesa, explica que «aunque suene a un término importado, básicamente consiste en trabajar la atención plena; ayudar a estar focalizado en el momento presente, en el aquí y el ahora. Hoy día, los jóvenes tienen un gran déficit de atención; y es un requisito indispensable en educación».

Miedo a conocer su interior

«Se trata de una asignatura muy interactiva», afirma Blesa, «los chavales participan con tal profundidad que ya solo por eso merece la pena. Cuando comienzan nos cuentan que tienen miedo de asomarse a su interior porque creen que verán cosas que no les van a gustar, pero después reconocen que esta técnica les está siendo muy útil para ponerla en práctica antes de ir al dentista, o hacer un examen… impresiona ver cómo hablan estos jóvenes de 17 años de su interioridad».

Parece que esta técnica es muy recomendable como medio de relajación pero, ¿qué tiene que ver con la trascendencia, con lo religioso? ¿Por qué un colegio católico pone en marcha una asignatura así? Eduardo Blesa está convencido de que «Mindfulness es una herramienta más que lleva a la gente hasta la puerta de su interior y, a partir de ahí, el camino a la trascendencia, hasta el encuentro con el Señor, está absolutamente abierto. Esta técnica consta de varias herramientas prácticas que nos llevan a una atención plena. Y puede ser muy útil, por ejemplo, para que, durante una Eucaristía, mantengamos la atención, o en la oración, o en un tiempo de adoración ante el Santísimo. Pienso que son técnicas muy útiles en la oración y la contemplación. ¿Cuántas veces estamos físicamente en el templo pero nuestra mente está en otro lugar? Puede ser una ayuda para hacer posible la experiencia de encuentro con Dios. Yo, al menos, no contemplo la oración sin atención plena».

Pero… hace unos años no parecía necesaria una técnica como esta, porque los ritmos de la vida no eran tan veloces como los actuales. «Creo que hoy vivimos muy dispersos y Mindfulness es un sistema que nos ayuda a pararnos, a saber dónde estamos y tomar conciencia de por qué hacemos las cosas», asegura Blesa, quien añade que «parece mentira pero, el ser humano del siglo XXI vive desconectado de sí mismo. Estamos tan distraídos en tantísimas cosas, que nos olvidamos de nosotros mismos y Mindfulness te pone en contacto con tu interior, te hace despertar, pues la atención se entrena y se puede trabajar. Mindfulness te da las herramientas necesarias de manera que, si practicas asiduamente, eres capaz de conectar rápidamente con lo que estás haciendo y darte cuenta cuándo estas distraído, dándole un sentido a lo que hacemos».