“La Vida Consagrada está en el corazón mismo de la Iglesia, como elemento decisivo para su misión” (V.C.3). El clamor de la Vida Consagrada en sus distintas manifestaciones, monjas, frailes, religiosos, religiosas e institutos de vida apostólica, reconocían en Antonio Dorado, su Obispo, al verdadero pastor empeñado en manifestar en su servicio apostólico esta enseñanza. Los religiosos de Málaga, y CONFER como su órgano oficial, recibieron de él todo el cariño y aliento de un “buen pastor”.

Trato personal

Su presencia entre nosotros llegó desde el trato personal y comunitario, hasta la participación en Asambleas de CONFER, celebraciones de las fiestas de congregaciones, canonizaciones, aniversarios... El sí de la presencia de don Antonio ha estado siempre garantizado. También en los encuentros con los superiores generales o provinciales ha sabido agradecer y valorar el servicio de los religiosos en la diócesis.

Su enseñanza: con motivo del Día de la Vida Consagrada, que ha tenido siempre el deseo de celebrarlo en la Catedral, dirigió a los religiosos homilías de gran valor iluminador. Buscó con empeño que el documento Vita Consecrata fuera conocido, no sólo por los religiosos, sino también por sacerdotes y seglares. Se celebró, bajo su inspiración, una semana de estudio sobre dicho documento. Su retiro mensual a los religiosos ha sido muy valorado por ellos y, en los retiros, ha querido también servir en el ministerio de la confesión.

Fortaleció la comunión de los religiosos entre sí y en el Proyecto Pastoral Diocesano. Fue ésta su gran preocupación, exigiendo la presencia de los religiosos en los distintos organismos diocesanos, consejo del presbiterio, consejo de pastoral, delegaciones y parroquias. Fue el obispo delegado de los obispos andaluces para la vida consagrada y asistió a las Asambleas de la Unión Regional de Provinciales de Andalucía (URPA) cuando se lo permitían sus otras ocupaciones. En nombre de CONFER, que naturalmente ha canalizado mucho su presencia en la Vida Consagrada, gracias y el cariño de todos, dispuestos a continuar su buena amistad. Y en nombre propio, por ser mi Obispo desde sus primeros pasos en la Diócesis de Cádiz-Ceuta, una suerte, pero más una gracia.

Fray Eugenio Ruíz, OP, presidente CONFER Málaga durante ocho años