HASTA 1995

Después del Concilio Vaticano II se inició un estilo de renovación pastoral, impulsada por D. Ramón Buxarrais. Se comenzó con los llamados “Encuentros del Pueblo de Dios»”, y cristalizó, a principios de la década de los ochenta, en el Plan Trienal diocesano de una más intensa Evangelización (1982-1985). Más adelante, la Primera y Segunda Asamblea Diocesana de Pastoral (1986 y 1.990), continuaron esta renovación. Entre 1993 y 1995 se elaboraron diversos «Planes Pastorales», impulsados por D.Antonio Dorado.

PROYECTO 1996-2000, “El camino de la Iglesia de Málaga hacia el Tercer Milenio”

La Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente, en la que Juan Pablo II nos convocaba a preparar y a celebrar el Gran Jubileo del año 2000, moduló los objetivos y las prioridades pastorales del Proyecto Pastoral de este período, que culminó en la celebración del Jubileo. Este Proyecto Pastoral, nos invitaba a “Fortalecer nuestra fe y nuestro testimonio”; nos impulsaba a vivir con intensidad “Nuestro camino hacia el tercer milenio”. Nos marcaba las diversas etapas del mismo: bajo el epígrafe “la preparación del Jubileo del año 2.000". Centraba cada curso bajo la contemplación del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo, culminando con la celebración del Jubileo de glorificación a la Santísima Trinidad, en el año 2000. Fue un acontecimiento de gracia para nuestradiócesis y para la Iglesia universal.

PROYECTO 2001-2006 “¡Duc in altum! Rema mar adentro”

Este nuevo Proyecto Pastoral tenía su inspiración en la misma realidad pastoral de la diócesis, en su propia historia y en las orientaciones de la Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte, bajo una consigna universal: ¡Duc in altum! Rema mar adentro. El Proyecto tenía tres partes: una “Memoria” agradecida por la historia pastoral de la diócesis; una “”Contemplación” del rostro del Señor; y desde él, del mundo y de la Iglesia. Y una “Profecía” del futuro: el Proyecto Pastoral Diocesano 2001-2006. ¡Rema mar adentro!, que recogiendo la revisión del Plan anterior nos orientaba en el nuevo milenio.

El gran objetivo global y gran desafío era: “la nueva evangelización”: “Rema... mar adentro”. Desde él, se marcaban tres objetivos específicos, y a desarrollados en el Proyecto anterior: evangelizar con “el mismo entusiasmo de los primeros cristianos”; promover la comunión: "hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión"; y favorecer la formación que se hace experiencia creyente: "promover una pedagogía de la santidad". Se recogían seis líneas prioritarias de trabajo: Iniciación cristiana, Pastoral Familiar, Pastoral de Juventud y Pastoral Vocacional, Catolicismo Popular, “Apostar por al caridad” y “Promoción y formación de los agentes de pastoral”. Evangelización, comunión y formación han sido el trípode de nuestro trabajo pastoral las dos últimas décadas.

Alfonso Crespo, vicario general de 1999 a 2005