NoticiaFamilia Rocío Monasterio: «La familia numerosa es una portadora nata de valores» Rocío Monasterio, en el Congreso de Familias Numerosas · Autor: S. FENOSA Publicado: 11/11/2014: 32734 Arquitecta de éxito, con pasaporte español y cubano, madre de cuatro hijos y comprometida, desde su fe, con la realidad social, Rocío Monasterio (Madrid, 1974) ha participado en el Congreso Nacional de Familias Numerosas celebrado en Málaga. -¿A qué conclusiones ha llegado el Congreso de Familias Numerosas? -Estuvimos viendo que la familia numerosa en España está prácticamente en peligro de extinción. Se analizó el tema de la demografía, la natalidad, el llamado “suicidio demográfico”. Hemos perdido valores como el de la generosidad, que animaban a tener hijos y a crear familia. Y nos hemos dejado llevar por la dictadura de género y del relativismo, que nos ha llevado a que nuestros jóvenes tengan verdadero temor por formar familias. Se promovió también llamar la atención a los gobiernos para que tuvieran en cuenta las ayudas a las familias. -¿Qué ofrece la familia numerosa a la sociedad? -La familia numerosa es una portadora nata de valores. La sociedad actual debería encumbrarla a lo más alto, puesto que es un modelo en el que debería mirarse toda la sociedad. Porque se transmite la generosidad, el valor de la disciplina que tanto se echa de menos en el ámbito educativo, la austeridad bien entendida, la cultura del esfuerzo frente a la cultura de la inmediatez. Promueve la cooperación, la ayuda al más débil, en contra del individualismo... -Tener muchos hijos, dicen, impide la realización plena de la mujer... -Nada más lejos de la realidad. A mí me encanta mi profesión, y no he tenido ningún problema para compaginarla. Es verdad que hacen falta dosis de organización, de buen humor y de improvisación. Hay que tener un plan B, un plan C y un plan D, porque no puedes, por ejemplo dejar a un cliente tirado cuando un niño está malito. Es verdad que tenemos que mejorar las condiciones de las mujeres que trabajan por cuenta ajena; pero creo que también hace falta hablar, no sólo de la conciliación de la mujer, sino también de la conciliación del hombre. Tener un hijo es una decisión del padre y de la madre; y los dos tienen que asumir su papel.