El Miércoles Santo, el Obispo de Málaga presidió en la Catedral la celebración de la Misa Crismal, en la que bendijo los Santos Óleos que se usarán durante este año en las parroquias: el santo crisma, usado en ordenaciones, confirmaciones, bautizos y consagraciones de altares e iglesias; el óleo de los catecúmenos, usado para ungir a los que están preparándose para el bautismo, y el óleo de los enfermos, usado en el sacramento de la unción de los enfermos.

Los arciprestes, presentes en dicha celebración, son los encargados de recoger dichos óleos en la Catedral y portarlos a sus arciprestazgos.

Según explica el arcipreste de Fuengirola-Torremolinos, el sacerdote Manuel Jiménez, «desde hace unos años, en nuestro arciprestazgo, la misma tarde del Miércoles Santo organizamos una sencilla celebración para entregar esos óleos a los representantes de las quince parroquias del arciprestazgo, miembros de pastoral de la salud y de los grupos de catequesis de preparación al bautismo y la confirmación. Tras el rezo de vísperas, hago entrega a cada uno de los participantes de dichos óleos, enviándolos como mensajeros para que lleven los santos aceites a sus respectivas parroquias y los entreguen a sus párrocos».

En la homilía, el arcipreste recordó a los feligreses la responsabilidad en las tareas de la Iglesia conforme a las tres prioridades de trabajo pastoral de este curso y le animó a que quisieran y estuvieran al lado de sus párrocos.

Según los participantes, la celebración se desarrolló en un clima de recogimiento, oración y alegría.