NoticiaMigraciones «El Reglamento de Extranjería nos lo pone muy difícil» Círculo del silencio de julio en la Plaza de la Constitución Publicado: 02/09/2021: 10589 La Delegación diocesana de Migraciones convoca a un nuevo círculo de silencio para orar y reflexionar sobre los migrantes y refugiados. Se celebra el miércoles 15 de septiembre, a las 20.00 horas, en la plaza de la Constitución, y contará con el testimonio de un joven marroquí. En esta ocasión, el Círculo va a tener en su centro la reforma del Reglamento de Extranjería que el Gobierno, hace más de un año, se comprometió a realizar con el objetivo de facilitar a todos los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados su transición a la vida adulta. Hace solo unos días, más de 200 organizaciones sociales, entre las que se encuentran el Servicio Jesuita a Migrantes, Cáritas Andalucía, congregaciones religiosas y varias parroquias, han publicado un manifiesto y realizaron una concentración frente a las puertas del Ministerio de Interior para exigir que se agilice la aprobación urgente de esta reforma. Esta se encuentra pendiente del Dictamen del Consejo de Estado y de la posterior aprobación por el Consejo de Ministros, un retraso que impide su acceso a la educación y al trabajo y provoca que, en muchas ocasiones, queden en situación administrativa irregular, generando un escenario de inseguridad jurídica, desprotección y vulneración de derechos. En la convocatoria del Círculo de Silencio de este mes de septiembre en la capital, se compartirá el testimonio de Mohamed Marckouf, de Marruecos, 22 años de edad y 2 de residencia en España. «Lo más importante aquí son los documentos, porque sin documentos no podemos trabajar y tampoco podemos conseguir nada hasta que tengamos los papeles. La ley es muy complicada, por ejemplo, para conseguir la residencia piden tres años de antigüedad con pruebas como el empadronamiento y muchas cosas, además luego tienes que buscar un contrato de trabajo de jornada completa 40 horas a la semana mínimo y de un sueldo entre 1.200€ y 2.000€. Y eso para nosotros es muy difícil de conseguir. Esperemos que haya posibilidades de cambio de ley. Hemos venido a España porque confiamos en que este país que nos va a ayudar», afirma. Otro joven, Thierno, de Guinea central y de 20 años de edad, cuenta que dejó su país con 15 años. «En mi pueblo no había trabajo, aunque terminases los estudios. Como hermano mayor en mi familia, y porque tenía que ayudar en casa, me fui sin decir adiós a nadie. Con otros dos chicos, más mayores, salí de mi tierra. Fueron meses de camino y sufrimiento. He pasado por un centro de menores, y ahora gracias a Cáritas comparto piso con otros compañeros y he realizado cursos formativos. Me están ayudando mucho, estoy muy agradecido y confío en poder ir mejorando y ayudar a mi familia». Este encuentro de reflexión y oración sobre la realidad migratoria, organizado por la delegación de Migraciones, se desarrolla respetando escrupulosamente las medidas sanitarias establecidas por las autoridades andaluzas. En Churriana y en Álora, tiene lugar también el 15 de septiembre. En el primero, a las 20.45 horas, y en el segundo a las 19.30 horas en la puerta de la iglesia. En Alhaurín de la Torre, el círculo será el día 13 a las 20.00 horas. HACIA UN NOSOTROS CADA VEZ MÁS GRANDE La Iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado desde 1914 el último domingo de septiembre; en 2021, se celebrará el 26 de septiembre. El tema elegido este año por el Santo Padre es «Hacia un “nosotros” cada vez más grande», recogiendo la preocupación manifestada por el papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti de que, «pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de autopreservación egoísta». En el mensaje para esta jornada, el Papa afirma: «todos estamos en la misma barca y estamos llamados a comprometernos para que no haya más muros que nos separen, que no haya más otros, sino sólo un nosotros, grande como toda la humanidad. Por eso, aprovecho la ocasión de esta Jornada para hacer un doble llamamiento a caminar juntos hacia un nosotros cada vez más grande, dirigiéndome ante todo a los fieles católicos y luego a todos los hombres y mujeres del mundo. [...] Entre los habitantes de las periferias encontraremos a muchos migrantes y refugiados, desplazados y víctimas de la trata, a quienes el Señor quiere que se les manifieste su amor y que se les anuncie su salvación».