NoticiaReligiosas Valle de Abdalajís, 100 años de atención a los mayores Publicado: 07/11/2017: 11180 La residencia de mayores de la Congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña en el Valle de Abdalajís cumple 100 años. Con este motivo, la localidad situada entre la comarca de Antequera y el Valle del Guadalhorce, cuna de la fundadora de esta congregación, la beata Petra de San José, viene desarrollando un amplio programa de celebraciones que concluirá el próximo 25 de noviembre, a las 12.00 horas, con la Eucaristía que presidirá el Obispo de Málaga. «Las personas mayores tienen mucho que enseñarnos» La madre Elena es la superiora de la comunidad que atiende la residencia “San José de la Montaña” en el Valle de Abdalajís. Esta obra centenaria, fruto del carisma de Madre Petra, una de las hijas ilustres del pueblo, acoge actualmente a más de ochenta personas mayores con una media de edad de entre 81 y 90 años. Para la religiosa, «las personas mayores tienen mucho que enseñarnos. Tienen una tolerancia, una paciencia... Y agradecen cualquier favor que se les haga, cualquier atención. Yo he aprendido mucho de ellos y aprendo cada día». Ana Josefa Pérez (Beata Petra de San José) nació el 7 de diciembre de 1845, en el Valle de Abdalajís (Málaga). La fundadora de las Madres de Desamparados y San José de la Montaña no fundó en vida ningún convento en su pueblo natal. Tras su muerte, fueron sus hijas espirituales quienes, hace ahora 100 años, decidieron fundar allí. «Los padres de Madre Petra tenían una huerta y se la cedieron a aquella primera comunidad, que empezó a trabajar y a acoger a personas con necesidades, –señala la actual superiora–. A partir de entonces, la residencia se fue haciendo cada vez más grande. Al principio le llamaban “el asilo” y era muy humilde. Aunque se cubrían las necesidades más básicas de los acogidos (ancianos pobres, de ambos sexos), las condiciones no eran las mejores. Pero poco a poco, la residencia fue mejorando, se fueron reformando sus instalaciones hasta adaptarla, hoy, a los mejores estándares y sistemas de calidad. De esta manera, ya no vienen solo personas de escasos recursos, sino algunos que tienen un poquito más. Esto es como una familia y los que más tienen colaboran con los que tienen menos. Los trabajadores también son parte de la familia y colaboran muchísimo con la residencia y con los residentes. Los cuidan con mucho cariño. Están tan bien atendidos y se sienten tan queridos, que la fama cunde sin tener que hacer publicidad ninguna». La residencia “San José de la Montaña” cumple 100 años prestando asistencia a toda persona mayor que lo necesita, cualquiera que sea su condición social, económica o religiosa, pero especialmente a aquellas más desfavorecidas social o económicamente, ofreciéndoles un clima de hogar amable y acogedor. Tienen un elevado número de residentes funcionalmente dependientes, y también cuentan con una Unidad de Estancia Diurna de 10 plazas. 12 religiosas en la comunidad En la actualidad, la comunidad está compuesta por 12 religiosas, muchas de ellas también ya mayores. En la misma finca, las religiosas cuentan con una casa de espiritualidad atendida por tres hermanas con quienes hay una colaboración mutua. Aparte, hay un grupo de personas generosas que contribuyen a sostener esta inmensa obra con bienes en especie. «Seguimos trabajando con mucha ilusión –señala la madre Elena– y con deseo de hacer el bien a todo el que lo necesite». El papa Francisco ha insistido mucho en la importancia de escuchar, integrar a las personas mayores y oír la voz de la experiencia. En este sentido, la superiora afirma: «Yo aprendo mucho con ellos. A veces, cuando oigo sus respuestas ante los acontecimientos de la vida pienso: “¡Cuánto me falta a mí para llegar a ver la vida como la están viendo estas personas!”. Ellos están también muy necesitados de ser oídos. Necesitan, no solamente las atenciones primarias, sino también escucha, acompañamiento y sentirse partícipes en su día a día. Se sienten muy bien cuando uno se para con ellos y les pregunta. Recuerdo una experiencia reciente, en la que una señora que siempre se estaba quejando, siempre estaba molesta. Un día le pregunté y estuve charlando un rato con ella. Al terminar me dijo: “Gracias por preguntarme, gracias por escucharme, porque esto me ha aliviado. Si yo tuviera todos los días una persona que me escuchara y que estuviera conmigo, casi seguro que estaría mejor”. ¡Hasta donde llega la necesidad de que ellos se sientan acompañados!». Clausura de los actos del centenario El Centenario de las Madres de Desamparados como comunidad en el Valle de Abdalajís se ha venido celebrando con diversos actos a lo largo del año organizados por una comisión creada al efecto y compuesta por el párroco Manuel Esono; el alcalde, Víctor Castillo; Germán Castillo; José Luis Castro; Manuel Ruiz y José Francisco Galván. Entre el 12 y el 14 de octubre se llevó a cabo el triduo en honor a Madre Petra que ha contado con la asistencia de numerosos feligreses. El triduo finalizó con una procesión con las imágenes de la beata Petra de San José y otra imagen de san José de la Montaña. Actualmente se puede visitar en la parroquia del Valle de Abdalajís dedicada a San Lorenzo una exposición de fotos antiguas, pinturas, esculturas y mobiliario perteneciente a la fundadora. La superiora de la comunidad ha querido hacer extensiva la invitación a ver esta muestra a todos los malagueños: «Madre Petra tiene mucho que enseñarnos. Tiene un carisma tan grande, tan generoso que la verdad es que nunca descubrimos todo el amor que tiene dentro de su corazón para hacer bien a los que la rodean. También tenemos su casa natal a la que acuden muchas personas para pedir su intercesión. No sé si es por la fe que tienen, pero después vienen a darle las gracias y traen ramos de flores. Es bonito también que vengan, que conozcan y que propaguen su amor». Para finalizar el centenario se celebrará la Santa Misa de Clausura, el 25 de noviembre, a las 12.00 horas, presidida por D. Jesús Catalá y concelebrada por el párroco, Manuel Esono Eyene y diversos sacerdotes. El día 9 de diciembre, como epílogo de las celebraciones, a partir de las 16.00 horas, realizarán un belén viviente con la participación de muchas personas del pueblo en las antiguas dependencias de la Casa Natal de Madre Petra organizado por la Asociación de Mujeres.