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«Este virus nos va a hacer más humildes»

Publicado: 30/03/2020: 19792

“Virus emergentes, pandemias y epidemias de la historia”, “Virus wars: la amenaza fantasma” o “Virus zombies y otras historias” son algunos de los títulos de las ponencias que la malagueña Ana Grande lleva años ofreciendo en diversos foros. Esta profesora de la Facultad de Ciencias de la UMA nos ha venido advirtiendo del peligro real de unos microorganismos cuya última irrupción ha cambiado, ya para siempre, la sociedad occidental tal y como la conocemos.

Resulta que un pequeño virus de 200 nanómetros es capaz de provocar una inmensa cantidad de muertes y un problema económico brutal como el que está ocurriendo. Es una cura de humildad en toda regla.

Desde su confinamiento en casa, atienden la llamada de DiócesisMálaga Ana Grande y su marido, Enrique Viguera. Ambos son profesores titulares de Genética en el Departamento de Biología Celular, Genética y Fisiología en la Universidad de Málaga. Ella lleva más de 25 años investigando virus, pasando por algunos de los más prestigiosos laboratorios europeos; mientras que él ha puesto a punto la Plataforma de Genotipado de la Universidad de Málaga en el PTA y es un gran divulgador científico, coordinando, entre otras, la iniciativa “Encuentros con la ciencia”.

¿Cómo viven dos expertos en virus como vosotros este confinamiento? ¿Pasáis más o menos miedo que la gente de a pie?

Ana Grande (AG): Por un lado, casi igual que un ciudadano normal, porque tenemos que sufrir el confinamiento, el día a día, la vida normal; pero es verdad que al conocer un poco más de cerca el tema, entiendo mejor lo que está pasando. Intento informarme de fuentes fidedignas, leer artículos para ponerme al día, aunque todo está sucediendo muy rápido también en el campo científico.

Enrique Viguera (EV): Mi sensación es un poco también de impotencia, porque en toda la parte donde se ve que hay una gran necesidad, que es en la de diagnóstico, la gran mayoría de investigadores del área de Genética Molecular, estamos capacitados para hacer estos análisis y en la propia Universidad hay posibilidad de echar una mano, siempre y cuando se cumplan una serie de medidas. Nos hemos apuntado a una lista de voluntarios con la intención de poder echar una mano cuando se pueda.

¿Nos va a servir esto para dejar de creernos Dios? ¿Va a ser una cura de humildad?

EV: Sí, lo hemos comentado muchas veces Ana y yo. Nosotros, que somos capaces de llegar a la Luna, que hemos ido más allá de Plutón y resulta que un pequeño virus de 200 nanómetros es capaz de provocar una inmensa cantidad de muertes y un problema económico brutal como el que está ocurriendo. Es una cura de humildad en toda regla.

AG: Yo añadiría que tenemos que entender, como individuos, que no estamos solos, sino dentro de un ecosistema. Vivimos con bacterias, con virus, con protozoos, etcétera. Tenemos que tener en cuenta la importancia del equilibrio entre nosotros y los seres invisibles, pero también con los seres visibles, otros animales que tienen sus ecosistemas. Por ejemplo, en este caso que estamos viviendo ahora, es un virus emergente que viene de un animal salvaje. Puede haber nuevos virus emergentes que nos lleven a la ruina si nosotros invadimos su ecosistema o si nos lo traemos al nuestro.

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EV: Si puede haber algo positivo de toda esta crisis del coronavirus es la reducción de los niveles de contaminación que se está observando con imágenes de satélite o las fotos que están saliendo de un Madrid con el cielo completamente limpio, sin la boina característica. Es un aviso que pone de manifiesto la influencia del hombre en el clima. La situación actual nos debería hacer pensar, pero yo en ese aspecto soy pesimista. En cuanto pase, creo que vamos a volver igual.

AG:Yo soy un poco más optimista. Espero que los responsables tomen nota. Los científicos llevamos muchos años avisando de que los cambios climáticos pueden provocar perfectamente que haya un desequilibrio y aparezcan virus que estaban supuestamente extintos, como sucedió no hace muchos años con el descubrimiento de un virus de nueva aparición, que estaba en el permafrost, con unos 30.000 años de antigüedad. Ese no era patógeno, porque afectaba solo a amebas, pero ya nos da una idea de lo que podría suceder ahora con el calentamiento global. Estamos viendo cómo se están, efectivamente, fundiendo los hielos y no se sabemos qué consecuencias puede tener eso. Hay que tomar nota, tener un poco más de conciencia y actuar en consecuencia.

Últimamente, nos habían dado algunos avisos…

AG: El primero fue en 2002, cuando apareció el SARS. Ese virus ya fue como un primer aviso, porque aunque se restringió a tiempo su expansión, llegó a largas distancias. Empezó en Asia y hubo casos en Canadá. Ese era un poco más mortífero que el actual coronavirus. Tenía un 10% de tasa de mortalidad, pero, sin embargo, no tenía esta capacidad infectiva y se contuvo en unos meses. También con el Ébola, aunque no fue tan grave, que nos llego a España. Son pequeñas dosis de realidad que quizá no hemos sido capaces de digerir bien y de haber implementado las medidas necesarias.

El otro día me preguntaba uno de mis hijos: “Papá, ¿es que Dios es malo? ¿Por qué permite que este virus nos haga tanto daño? Yo le explicaba que los virus no son buenos ni malos en sí, que de hecho puede que hasta les debamos la vida ¿Me lo confirmáis como expertos?

EV: Los virus están intrínsecamente ligados al origen de la vida, origen de la vida, son unas moléculas muy sencillas de ácido nucleico, de ARN o de ADN; y una de las hipótesis del origen de la vida es la "Hipótesis del Mundo de ARN". Lo que pasa es que, aunque es un tema de debate, en el caso de los virus no se le consideran seres vivos porque le faltan una serie de propiedades. Siempre tienen que estar asociados a una célula a la que infectan. Pero sí, se supone que el origen de la vida está ligado a unas moléculas primordiales que serían lo más parecido a los virus y a los viroides.

AG: Los virus realmente tienen un gran papel en la evolución de los seres vivos. Por ejemplo, los retrovirus pueden integrarse en los genomas y se encuentran restos de muchos de estos en el ADN de animales, incluido el hombre. Por supuesto, existe un intercambio de alguna manera de material genético entre los distintos seres vivos. Es lo que llamamos la transferencia genética horizontal, que es un motor evolutivo también que puede explicar la evolución de ciertas especies. Como dice Enrique, hay teorías que dicen que los virus existen antes de que existieran las propias células. Hay otras hipótesis que dicen que son posteriores, que son genes que se han salido de células… En fin, no tenemos pruebas fósiles de virus, pero estudiando los que tenemos podemos ver que efectivamente han jugado un papel muy importante en la aparición de distintas especies.

Llevabais años avisando en vuestras conferencias, en vuestras iniciativas de divulgación científica de que un virus emergente podía causar una catástrofe como la que estamos viviendo. Habíais presentado proyectos de investigación, pero la financiación no llegó… ¿Cómo os sentís ahora?

EV: Cuando surge un problema de estas características, rápidamente se recurre a la ciencia, se recurre a la investigación para tratar de dar una solución inmediata. Y, bueno, las condiciones no son las ideales particularmente en España pero en general en toda Europa. Ese descuido implica estas consecuencias. Lo que sí es positivo es la inmediata colaboración que ha habido de todos los científicos a nivel mundial.

AG: Sí, la alerta, se dio muy rápido, en pocos días; y ya inmediatamente los grupos de investigadores chinos se pusieron a trabajar y se publicaron las primeras secuencias, lo que permitió a otros grupos de otros países acceder a ellas y empezar a trabajar para diseñar fármacos y para estudiar los posibles candidatos a vacuna. Si se hubiera invertido mucho más en ciencia, las respuestas habrían sido mejores. Espero que aprendamos por si nos vuelve a pasar, porque esto seguramente no acabe aquí, porque los virus y otros patógenos están en continua evolución, siguen emergiendo. Es más, yo creo que los virus seguirán aquí si algún día nos extinguimos como especie. Ellos seguirán aquí porque son muy exitosos. Pueden colonizar todas las formas de vida. Se han encontrado virus en todos los seres vivos incluso hay virus de virus; o sea que ellos tienen más probabilidades de éxito que nosotros.

Antonio Moreno Ruiz

Periodista y portavoz de la diócesis de Málaga

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