Como en otras ocasiones se convoca a los jóvenes de la diócesis al Campo de trabajo Lázaro que se celebra en la edición de verano. Se trata de una experiencia que se ha consolidado en la Diócesis y que ayuda bastante a los jóvenes. Esta es una iniciativa organizada por la Delegación de Infancia y Juventud en coordinación con Cáritas Diocesana que busca acercar a los jóvenes a la vida de los más pobres, para que se dejen interpelar por el Señor y que puedan plantearse su vocación. «Queremos seguir haciendo este acercamiento a la realidad de los que más sufren. Pretendemos que los jóvenes miren con los ojos de Dios para descubrir en nuestro entorno a nuestros hermanos y, a la vez, descubrir en todo al Señor y responder a su llamada», afirman sus responsables. 

Muchas comunidades religiosas e instituciones eclesiales que en Málaga ayudan a los más desfavorecidos – Colichet, Buen Samaritano, Cotolengo, Hermanitas de los Pobres, Hospitalarias, Proyecto Hombre – abren sus puertas en esos días para que los jóvenes puedan acompañar a los que más sufren. Por eso, “si queremos ser compañeros de camino de los pobres, necesitamos que Dios nos toque el corazón; solo así seremos capaces de compartir cansancios y dolores” (Iglesia, servidora de los pobres, n. 47).

El Campo de Trabajo tiene lugar en la Casa Diocesana de Espiritualidad. Dió comienzo el domingo 12 de julio por la tarde y concluye el domingo 19 de julio. La actividad está dirigida a jóvenes de 16 años en adelante.

Toda la información en la web de la Delegación de Juventud.