Ellos, a pesar de su juventud, entregaron su vida por no renegar de la fe en Jesucristo. Los hechos ocurrieron, según relata la tradición, en el lecho del río Guadalmedina, el 18 de junio del año 303. Y a pesar de la distancia temporal, su mensaje sigue teniendo vigencia para los malagueños de hoy. Así lo creen los hombres y mujeres que componen la Piadosa Congregación en honor de Ciriaco y Paula. Estos dos santos a caballo de los siglos III y IV de nuestra era son un ejemplo de el amor con que Dios bendice diar iamente a la Iglesia de Málaga, que cuenta con numerosos testimonios de santidad a lo largo de su historia y a lo ancho de su geografía. En una época cargada de laicismo, es bueno recordar a estas personas, cuyo amor y fidelidad a Cristo les hizo capaces de realizar gestos admirables, de los que aún hoy nos enriquecemos.

Jesús Javier Jurado es el Hermano Mayor de la Congregación de los Santos Patronos, cargo en el que ha sucedido a Sebastián Martín Gil, presidente de la Agrupación de Hermandades de Gloria, que tan buen testigo le ha confiado.

Jesús Jurado es consciente de la importancia de trasmitir hoy en día la voz de los mártires Ciriaco y Paula, especialmente a los jóvenes.

«Ellos nos recuerdan que nuestra fe ya se vivía en Málaga hace 17 siglos. También, la fuerte implantación cristiana de nuestra cultura y nuestra ciudad, pues no en vano son Patronos de Málaga desde 1490. Como creyentes, debemos atender a las acertadas palabras de nuestro obispo cuando destaca los aspectos fundamentales de la devoción a los Santos Mártires: la llamada a la santidad, la imitación de Jesucristo que se entregó por todos, así como el ejemplo de sus vidas, la ayuda de la intercesión y la participación en su destino».

La Congregación, con mucha representación juvenil, también en su junta de gobierno, trabaja por mantener vivo el testimonio de los Patronos, mediante una comprometida implicación pastoral y económica en la parroquia de los Santos Mártires. El cuidado y decoro de los cultos y procesión tratan de contagiar a los malagueños ese fervor y los congregantes están consolidando la colaboración con autoridades y asociaciones de la ciudad para contribuir a ello. Según Jesús Jurado, «los Patronos nos recuerdan que no hay ni más honor ni más dicha que entregar la vida por Jesucristo. El valor de la vida reside en el Amor de Dios».

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